Entrega.
Parece que el mal tiempo que tiñó Madrid la última vez que Ruth Lorenzo consiguió su récord Guinness nos dio tregua el pasado viernes al llegar a la sala Joy Eslava. El centro de la capital iba a sufrir un derroche de energía y entrega que pocas veces se viven.
Después de casi media hora de ver entrar sin parar gente por la puerta de la Joy Eslava, la hora de comenzar se nos echó encima. Siete minutos después de las nueve de la noche, la banda saltó a las tablas de la sala con la automática respuesta del público de aplaudir. Ruth Lorenzo salió al escenario entre gritos y aplausos al inicio de los primeros compases de la noche. Haces de luces, acordes y coros se prolongaron durante unos instantes para dar comienzo al concierto de la mano de Planeta Azul.
No os confundáis al empezar a leer esto, puesto que no iba a ser un espectáculo igual al de otras veces. «Para esta gira he querido preparar algo más especial aún, ya que hago un repaso de todos mis años de trabajo, desde mi época en Londres hasta el futuro, ya que voy a cantar alguna canción inédita», nos comentó la cantante en una entrevista previa al mismo concierto.
Tras saludar a todos los asistentes se atrevió a fusionar Flamingos con la popular canción de Amy Winehouse Back to Black. La gente se miró con rostro de sorpresa ante este giro (yo entre ellos) y lo disfrutamos como nunca. ¡Esta chica es una caja de sorpresas! La siguiente canción fue, según sus propias palabras, una de sus primeras composiciones. Love is dead inundó de luces rojas la sala madrileña y disfrutamos, o por lo menos yo, de esta canción en directo por primera vez. Es impresionante ver con la facilidad que parece que Ruth puede llegar a cantar y dejarnos boquiabiertos a toda la sala. No sé ni cómo el personal de luces atinó con los colores necesarios, porque fue increíble.
«Al ser cantautora suelo escribir mis propias historias, pero a veces me gusta escuchar las de otros y sacar lo bello de ellas. Así fue el caso de la siguiente canción que le escribí a mi madre, Eva». Así presentó una de las canciones más personales de Ruth que fue seguida por Noche en blanco, tonos de luces azules y el acompañamiento del público a modo de coro.
«Cantáis muy bien ¿eh? ¿No habéis pensado presentaros a Eurovisión?». Podéis imaginar la de aplausos, gritos y vítores al son de «¡Ruth a Eurovisión!» que estas palabras provocaron entre la gente. «No va a ser este año chicos…» contestó ella. Obviamente, esto fue el previo a Dancing in the rain en estilo country acompañado de palmas y un cajón, como ya pudimos disfrutar en su último concierto por Madrid. Aunque esta versión tiene un algo que me gusta bastante, yo quería más derroche de voz si cabe, pero claro, entiendo que es una canción cantada a menudo y admiro la capacidad de transformarla y hacer que suene distinta.
Y ya que el cajón estaba en el escenario qué mejor que seguir con Diamons doors en esta nueva versión que a mí personalmente me flipa. Así que ahí se plantó ella con esa pose firme, pisando fuerte el escenario y dejándose el alma y el cuerpo en un baile aflamencado en la parte instrumental. Qué energía tiene en cada paso y nota que esta chica realiza, de verdad. ¡Me alucina!
Reconozco que yo desde que me enteré que en esta gira iba a cantar temas para hacer un recorrido por su vida musical ansiaba algún cover de su época X Factor, concretamente Always. Y sabía que podía ocurrir esa noche y yo podía acabar tumbado en el sofá de al lado sin aire, pero no fue mi momento. Cantó una nueva mezcla de Million reasons de Lady Gaga con su tema Burn a guitarra y sin banda.
Nos contó la historia de cómo cedió Breathe in the light al grupo Auryn, que fue compuesta en su estancia en Londres. Esto sirvió como introducción de Still y del nuevo tema que presentaba aquella noche. «Esta canción habla de cuando llegas a una casa vacía y cómo la persona que hay dentro devora todo hasta dejar Moscas Muertas». Aunque ya nos confesó en la entrevista previa que era la canción que más nervios le producía, Moscas muertas fue recibida de muy buen agrado por parte de todos.
.@RuthLorenzo1 nos presenta el primer tema de su próximo disco… ¡Y qué bien suena! #TourVoces pic.twitter.com/1aTIqlQNsK
— YourWay Magazine (@YourWayMagazine) 18 de noviembre de 2016
Una pausa nos dio tiempo para rebuscar la energía que aún nos quedaba por el cuerpo en lo que Ruth salió del escenario y la banda se marcó un solo. Volvió con un traje negro a lo gata dispuesta a encarar esta segunda parte del concierto con toda la fuerza que le quedaba. Tras Gigantes, en la que acabó en el instrumental por los suelos cual rockera, cantó Patito feo.
«Hay amores que te marcan de por vida y se convierten en una memoria que no puedes olvidar hasta que llega alguien que borra todo para hacer otra. Pero, aunque eso pase, yo siempre recordaré mi primer amor de una manera especial». De esta forma Renuncio se coló entre la gente combinando un acústico a piano hasta la mitad de la canción, momento en el que la banda entró para acabar la canción con una fiesta.
Para presentar Te veo nos contó que cuando compuso esta canción ella visualizaba unas campanillas que le recordaban a su película favorita, que es Contact. Nos empezó a contar en qué momento de la película sucedía esto cuando alguien entre el público gritó «¡Spoiler!» provocando risas entre todos. «Spoiler, spoiler… ¡ya tiene añitos, ponte al día con Netflix!» dijo ella mientras se reía. En medio de la canción cantó hacia una chica de la primera fila y le dio la mano a otro chico cerca de nosotros.
«Hay un motivo por el que quise llamar a esto tour Voces. Cada una de las vuestras me acompañan siempre y sois un instrumento más de esto». Nos dedicó a todos los asistentes que cantábamos, gritábamos y aplaudíamos cada canción como si fuese la última, el tema Voces. Tras ello, Ruth volvió a salir del escenario con la banda para volver con el clásico BIS y un traje nuevo, esta vez color crema entero con dibujos a modo de tatuajes en negro.
El último cover de la noche fue Cheap Thrills de Sia, al que siguió 99 dedicada a su amor que estaba en la sala. Después, Ruth Lorenzo y su banda se despidieron entre aplausos y gritos del público que se desplazó aquella noche hasta Madrid para acompañarla en esta nueva gira antes de meterse de lleno a trabajar en su segundo disco.
Parece que cada vez que voy a un concierto de Ruth Lorenzo salgo drenado de energías solo de ver y escuchar lo que esta bestia parda hace sobre el escenario. Crea, reinventa y modifica lo que haga falta para que cada concierto sea nuevo y único. No sé vosotros, pero yo tengo ganas de más y más. ¡Espero verte pronto!
Yo volveré en breve, mientras tanto ya sabéis qué hacer… ¡Sonreíd!
¡Hasta pronto! ^^
Fotografías: Rocío Muñoz
Agradecimientos: Daniel Valls
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