EL OLIVO | Entrevistamos a Anna Castillo: «Me gustaría que la gente saliera del cine pensando que todo se puede arreglar»

Anna Castillo se presenta en el Jardín Botánico madrileño para hablar de su último proyecto cinematográfico, El olivo, dirigida por Icíar Bollaín. Lo hace con un vestido blanco que refleja el sol que ese día hace en la capital. Es la principal protagonista de la película, el alma, como su propio personaje, del film.

Nos dirigimos a un lugar apartado, a la sombra, pues el sol empieza a apretar con fuerza, y solo un pequeño tropiezo, provocado por el suelo de piedras y sus tacones, hace que se tambaleé. Pero no así su voz, que se mantiene firme a la hora de explicar lo que ha significado para ella su personaje y la película.


P. Interpretas a Alma, el personaje más concienciado con el olivo y muy unido con su abuelo pero, ¿cómo la definirías?

Alma es una chica que lo ha pasado muy mal, tiene mucha rabia, mucho dolor dentro, una chica que se quiere muy poco y se autodestruye constantemente, así es como empieza la peli Alma, enseñando un poco eso. Pero a la vez creo que es una chica muy buena y que siente mucho amor y de una manera incondicional por su abuelo, que está a punto de morirse, o ella así lo siente. Entonces ella tiene que hacer algo para salvarle y justamente este viaje es el que la salva a ella.

P. El tema de la peli es denunciar el expolio de árboles pero, ¿a Alma no la mueve más el sentimiento hacia su abuelo?

Alma es una ecologista, pero no de discurso aprendido. Ella entiende el valor del árbol porque ella creció en el árbol, ella jugó en el árbol de niña con su abuelo y para ella el árbol tiene un valor especial y muy grande que es el que el árbol merece. Cuando se va tras el árbol no va con un discurso de ecologista aprendido, sino que lo siente así como una cosa incondicional de sus raíces. Las propias raíces de la tierra son las suyas propias del vínculo con su abuelo.

P. No solo es la relación con su abuelo, sino que se muestran otras con otros personajes. ¿Cómo son esas relaciones?

La relación con su padre está rota porque se ha sentido abandonada por él y es una relación que da mucha pena. Con Rafa ella se siente tan miserable que no entiende cómo nadie puede quererla, y Rafa la quiere de verdad y eso le da mucho miedo. No se permite averiguar que siente ella por él porque le da miedo, porque cree que no lo merece. Su relación con ‘Alcachofa’, su tío, es preciosa porque hay un vínculo sobrina-tío en la que el tío no le puede decepcionar tanto como su padre porque no es su padre, no le debe tanto, y nos queremos porque queremos querernos.

P. ¿Definirías esta película como una película de perdedores que luchan por lograr una pequeña victoria?

Alma se da cuenta de que tiene que luchar por esto, y tiene que hacerlo y lo va a hacer. Ellos aprovechan este viaje por luchar por lo que creen que es justo. Es un grupo de tres perdedores a los que la vida les va regular, y que de repente, por la fuerza de Alma, se unen para conseguir algo.

P. Os pasáis, a lo largo de la película, mucho rato en un camión. ¿Fue muy complicado el rodaje en la carretera?

Más que complicado era un poco incómodo. Era un cubículo muy pequeño y con mucho calor porque era julio, no podíamos tener aire acondicionado, no podíamos bajar las ventanillas y a veces éramos seis personas dentro. Muchas veces era incómodo pero divertido, y creó una intimidad entre los personajes que se refleja en la película. Eran horas y horas de carretera que creó una intimidad entre nosotros preciosa.

P. ¿Cuál fue el mayor reto del rodaje para ti?

Estar a la altura de la película. Era un personaje con mucha responsabilidad, en una película de Icíar Bollaín, y la presión que me autoimponía sin querer era estar a la altura todo el rato, pero cuando empezó el rodaje me sentí tan a gusto con Icíar y con ellos que me relajé.

P. Tus compañeros señalan que Icíar es una excelente directora pero es a su manera exigente. ¿Estás de acuerdo con ellos?

Es exigente pero porque ella hace muy bien su trabajo. Si no fuera exigente no sería tan buena. Ella es maravillosa, es una mujer muy inteligente, que por eso es exigente a la vez. Es muy sensible, ha sido actriz y sabe cómo tratar a los actores. Pero siempre lo hace desde la distancia que te da, la confianza que te da ella y el respeto como actriz. Fue muy fácil. Cuando me dijeron de hacer esta película tenía la imagen de Icíar como alguien igual más exigente y duro de lo que yo pensaba, y fue llegar al rodaje, conocerla y relajarme, porque me lo pasé genial con ella.

P. En la película, a pesar de centrarse en el tema del expolio natural, se tocan otros muchos temas. ¿No crees que son quizás demasiados para una sola película?

Lo que creo es que esta contado muy bien, porque la película cuenta la historia de la familia, una historia concreta de una familia a la que le pasa algo en concreto. Que a partir de ahí tú veas miles de temas reflejados, pues cada uno verá los suyos. Es una peli en la que todo el mundo se puede sentir identificado con alguno de los personajes o alguna de las situaciones. Sin embargo, la peli en sí lo que cuenta es un cuento, una historia, y lo bonito es que la gente reciba muchas más cosas, pero no te las mete obligatoriamente.

P. ¿Sabías del expolio de árboles centenarios en nuestro país?

No.

P. Ahora, tras la película, ¿os habéis concienciado y habéis participado en campañas para denunciar esta situación?

Sí. Cuando llegas al sitio en el que estábamos rodando, hablas con agricultores, con Manuel Cucala y te cuentan que hay árboles que están ahí desde hace dos mil años… Te quedas viéndolos y te quedas alucinada, porque son cosas que van más allá de mi cabeza. No puedo entender lo que son 2.000 años. Te das cuenta de lo mal que se hacen a veces las cosas, que la ambición y el dinero lo puede todo, pero es que hay cosas que van más allá. Entonces Alma lucha por unos valores que se pierden.

P. ¿Cuál sería el mensaje que quieres que los espectadores recibiesen al ver la película?

Más allá de las cosas de la crisis y del medio ambiente, que está de forma explícita en la película, me gustaría que la gente saliera del cine pensando que todo se puede arreglar, es decir, siempre puedes hacer algo por estar mejor. Siempre puedes luchar por arreglar las cosas, por estar mejor tú y lo que te rodea.

Daniel San Juan

León. Periodista. Me fui a Madrid para realizar el Máster en Comunicación de El Mundo. El cine es una de mis grandes pasiones y me encargaré de traer las novedades más recientes respecto al mundo de los largometrajes.

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