EL OLIVO | Entrevistamos a Pep Ambròs: «Tenía bastante miedo porque nunca me había visto en pantalla grande»

Viene del teatro y ha llegado al cine «besando el santo». Pep Ambròs ha logrado su primer papel en una película y, además, con uno de los papeles protagónicos. El olivo, de Icíar Bollaín, será para siempre su primer largometraje en la gran pantalla.

El Jardín Botánico de Madrid es el lugar idóneo para presentar esta película. Pep se sienta al lado de un seto para recibir algo de sombra, pues el sol de media mañana de Madrid empieza a apretar y hace pensar que estamos más en verano que en primavera.

Se quita la cazadora, vuelve a coger el cigarro que había dejado apartado un momento y se prepara para hablar, deseoso de contar sus primeras experiencias en el cine.


P. Esta es tu primera película. Has llegado desde el teatro y empiezas como coprotagonista. ¿Cómo llegaste a este papel?

La aventura la empezó Mireia Juárez, la directora de casting, a la que estoy superagradecido. Ya me había hecho algún casting y me conocía y bueno, tuve la suerte de que Icíar no quería nadie mediático para hacer este personaje. Tengo que agradecerle a Mireia que empezara con esta aventura y también a Icíar y a Juan Gordo, un productor, por la confianza de darme este personaje y por guiarme durante toda la peli.

P. ¿Tenías el gusanillo de dar el salto al mundo del cine?

Tenía muchísimas ganas. El teatro es la base y es donde me encuentro más cómodo porque es lo que he hecho más, pero sí que el cine me interesa muchísimo y tenía muchas ganas de hacer cine y, de repente, que te caiga del cielo una peli con Icíar y guion de Paul Laverty pues imagínate cómo lo vives, con mucha presión pero con muchas ganas.

P. Entonces, ¿seguirías alimentando ese gusanillo?

Sí, en eso estamos. Antes de empezar la película no tenía ni representante, me llamó Mireia directamente. La película me facilitó ponerme en contacto con Ruth Franco, que es ahora mi representante y estoy feliz con ella porque me están saliendo pruebas y espero que después de la peli me vayan saliendo más. Es una carrera de fondo, es difícil, y poco a poco van saliendo pruebas y tienes que lidiar con muchas negativas, pero hay que estar ahí y seguir luchando.

P. Es tu primera experiencia una película y, como has indicado, de la mano de Icíar Bollaín. ¿Cómo describirías esta primera experiencia y además con ella tras la cámara?

Fue fantástica. Siempre digo que un director tiene que tener tres elementos básicos: respeto mutuo, tener las ideas claras y confiar en los actores. Icíar confía muchísimo. Para el tipo de trabajo que plantea, Icíar casi no ensaya, le gusta mucho dar indicaciones porque creo que tiene muy claro lo que quiere en la peli y da muchas indicaciones en set. Sabe de qué material esta hecho el actor y sabe trabajar muy bien con estas inseguridades y estos miedos, y dando esa confianza el actor estará tranquilo y tendrá ese margen para proponer y jugar con los otros compañeros. Aparte, da plena confianza al actor a probar y eso se agradece mucho.

P. En El olivo interpretas a Rafa, amigo de Alma. ¿Cómo es tu personaje?

Creo que las ambiciones de Rafa se ven muy poco en la película. Se intuye que a los 18 años jugaba con el Valencia, quería ser futbolista, pero por una lesión en la rodilla se tuvo que retirar y de repente se encuentra en un pueblo trabajando de camionero. Esto a priori podía ser un fracaso en su vida, pero está en un punto en el que lo ha aceptado y está en paz consigo mismo.

P. La relación de Rafa con Alma es un poco rara, un querer y ni poder. ¿Qué les pasa?

Hay un momento en el que Alma le dice: «Me gusta estar contigo porque no hablas mucho», y él dice: «Tú tampoco escuchas demasiado». Creo que esta secuencia define mucho la relación de ellos dos. A Rafa le gustaría estar con Alma y puede que a Alma también le gustaría estar con él, pero Alma tiene muchas cosas que arreglar y muchos conflictos y creo que Rafa lo ha pasado mal en su pasado y está en un punto en el que no quiere volver a pasarlo mal. Por tanto tiene la paciencia suficiente para esperar a que Alma recupere su propio yo para que él luego entre y tenga posibilidades algo más.

P. Pasaste más tiempo rodando junto a Anna y Javier. ¿Cómo fue la relación en el rodaje con ellos y con el resto del equipo?

Muy bonita y muy fácil. Una cosa muy bonita de la peli es que pasamos mes y medio rodando en San Mateo, un pueblo muy pequeñito pero precioso, y cuando llegamos pensamos los tres que nos íbamos a aburrir, pero la gente del pueblo se volcó, se hizo una familia muy bonita del equipo artístico y del equipo técnico. Con Anna y con Javier la relación fue maravillosa fuera de set también, y eso es muy importante.

P. ¿Te ayudaron dentro del set al ser tu primer proyecto cinematográfico?

Ayudarme a nivel más técnico sobre todo Icíar. Javi y Anna me ayudaron también pero sobre todo en la escucha, que es muy importante que tus compañeros te escuchen, que estén ahí. Cuando no van en su plano que estén a tope haciendo la secuencia, porque está tu plano pero está el del otro. Y la relación de fuera y de dentro del set hizo que todo fuera mucho más bonito y mejor para el resultado.

P. Una parte de la película la rodasteis en Alemania. ¿Cómo fue el cambio tan drástico de localización?

Fue muy bonito, el equipo alemán se volcó en la película. Fue diferente por la climatología y además estuvimos rodando una semana de noche de seis de la tarde a seis de la madrugada, que esa semana fue infernal porque coincidió con la ola de calor más bestia de Alemania en años, dormíamos por la mañana que hacía un sol tremendo y al final de la película estábamos cansados. Pero rodar en otro país y hablar en inglés con el resto del equipo fue un cambio agradable.

P. No sé si habrás tenido oportunidad de verte ya en la gran pantalla, pero de ser así, ¿cómo te has visto?

Sí, sí me he visto. Tenía bastante miedo porque nunca me había visto en pantalla grande, y cuando empecé a ver la peli extrañamente estaba muy relajado, no me juzgué mucho al principio. Pero cuando llevábamos media hora de repente me dije: «Me está gustando mucho». Entonces me relaje más, como si no fuera el actor que hacía de Rafa, y la disfruté.

P. ¿Con qué te quedas de todo el rodaje?

Me quedo con el aprendizaje. Llevo muchos años haciendo teatro, pero en verdad donde más se aprende es en las tablas, trabajando con gente con mucho talento. Hacer un coprotagonista son muchas horas y es mucha master class diaria de cine. También me quedo con la historia que contamos, que es una historia muy bonita, un canto a la esperanza, a la lucha, al sí se puede, al hacer un mundo mejor y que se tiene que luchar por hacerlo.

Daniel San Juan

León. Periodista. Me fui a Madrid para realizar el Máster en Comunicación de El Mundo. El cine es una de mis grandes pasiones y me encargaré de traer las novedades más recientes respecto al mundo de los largometrajes.

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