Ya hace tiempo que Esty Quesada, más conocida como Soy una pringada, se destapó como fenómeno en internet a través de sus famosos vídeos en YouTube, pero la youtuber no ha querido quedarse solo en eso. Después de pinchar en distintas discotecas de la geografía española, sus colaboraciones en programas de radio como Yu: no te pierdas nada, la confirmación de que tendrá su propia serie en Flooxer producida por los Javis y su show mensual en el Palacio de la Prensa de Madrid con Carolina Iglesias, se ha lanzado al mundo editorial de la mano de Hidroavión.
Me fio bastante de Hidroavión y de su catálogo cuidado, minimalista y hecho con gusto. Tras publicar hace tiempo “Mi último regalo”, el libro de Jedet, la editorial se ha decidido a publicar a otro de los personajes del momento en internet, y es que ya estaba tardando Soy una pringada en publicar un libro con anécdotas que te dejarán perplejo por su frescura, naturalidad y, a veces, brusquedad. Reconozco que la primera vez que vi un vídeo de Soy una pringada sentí rechazo, seguramente por su imagen. Mil prejuicios se adueñaron de mí entonces, pero poco a poco fui rompiendo esa barrera hasta decir «basta» y acabar encantado y muerto de la risa con lo que Esty tiene que aportar al mundo.
Soy una pringada acerca al lector a un tema como el bullying de forma directa
Son muchos los que pensarán que “Freak”, que así se llama el libro, es un intento de intrusismo laboral por parte de Quesada hacia el mundo editorial, pero yo digo que no. Y digo que no porque después de leerlo entiendes la parte importante que tiene que aportar la autora a los lectores que desconocemos el bullying tan de cerca como ella lo conoce. Quizás después de leerlo dejarás de juzgar que se haya lanzado a publicar un libro contando su vida y la importancia de ello.
Es importante que Esty Quesada haga pública su historia y su desagradable infancia en la que no encontraba su lugar en el mundo en la que parte, o quizás la gran mayoría de culpa la tuvieran todos aquellos que no dudaron en golpear metafóricamente a Esty y hacer de sus días algo nada deseable. Es probable que si te atreves a leer el libro descubras de dónde vienen sus recurrentes menciones al suicidio o sus «ganas de morirse». ¿Es casualidad que Soy una pringada vaya unida y mencione tantas veces la pérdida de vida de una manera u otra? Seguramente no y probablemente el origen de todo ello resida en su infancia. Este libro es un claro ejemplo de lo imprescindible que es lo que vivimos durante nuestra niñez para el resto de nuestra vida y lo que nos condicionará de cara al futuro.
Esty se ha manejado con total soltura en su primera andadura editorial. A pesar de su brusquedad en ocasiones, la ahora escritora llega al lector de una manera muy directa lanzando mensajes sin rodeos y sin adornos ni florituras. Concluye la narración de su infancia hasta ser la persona en la que hoy se ha convertido contando los principios de la relación con su actual pareja. A pesar de la crudeza y la dureza de su relato, la autora termina “Freak” con un mensaje bastante positivo y esperanzador para cualquier persona que haya podido sufrir el tan mencionado acoso escolar. Y es que estoy convencido de que detrás de esa persona tan hater se esconde alguien que es todo lo contrario y a la que le ilusiona tremendamente cada paso que está dando.
También es importante que la publicación de este libro se haya llevado a cabo porque son muchos los que, a día de hoy, desgraciadamente, siguen sufriendo bullying y pueden identificarse con Soy una pringada y que su historia a su vez les ayude. Cada vez son más los personajes públicos o famosos que han reconocido haber sufrido bullying, como Jesús Vázquez, que fue de los primeros, hasta Barei, Vanesa Romero, Nacho Guerreros o su compañero de trabajo en la radio, Dani Mateo.
A pesar su imagen transgresora y su discurso políticamente incorrecto, Soy una pringada representa a una parte mayor de la sociedad cada vez mayor que está rompiendo barreras y tirando prejuicios a la basura; a una generación prometedora en cuanto a valores se refiere. Estaría bien que todos cogiésemos “Freak” e hiciéramos el ejercicio de descubrir qué nos produce la historia de Esty y qué conclusiones sacamos sobre su primera publicación editorial. Desde luego, a mi me ha acercado más a ella y me ha dado más ganas de las que ya tenía de seguir sus pasos profesionales y su trayectoria a partir de ahora.
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