De escritora a protagonista, la periodista catalana Pilar Eyre rompe con su trayectoria hasta ahora y arrasa con su nuevo libro que lo último que te dejará es indiferente.
Reconozco que nunca había leído nada de Pilar Eyre y que lo primero que leo de ella es “Mi color favorito es verte”. Lo último que me imaginaba era que la escritora consiguiera abrirse en canal para contar algo que va más allá de un importante capítulo de su vida, pero hay que decir que es admirable la forma en la que la autora se queda completamente desnuda contando una historia que forma parte de su vida, frente a un amor inolvidable que vivió durante tres días y todo lo que este hombre esconde tras de sí a pesar de aparentar ser el perfecto francés en todos los sentidos.
Pilar Eyre con este libro no solo se ha ganado la admiración de los lectores, sino también el respeto que merece escribir sobre uno mismo desde las entrañas y tener el valor de publicarlo y que esta historia, la suya, esté al alcance de todo el que quiera leerla.
Llena de vida y con ganas de comerse el mundo, la protagonista apuesta por un hombre que llega a ella en un restaurante cercano a su casa y que sin estar siempre físicamente, estará presente el resto de sus días. A punto de poner en riesgo su vida, y dispuesta a renunciar a muchos aspectos de la misma, Pilar se deja llevar por el amor más visceral que hace que se plantee y cuestione cada paso que da. Ambientada en un mundo de fama, dinero y muchas apariencias, la escritora se ha liberado de todos los prejuicios que pueden caer sobre ella al contar esta historia pero que, sin duda, nadie se tendría que atrever a juzgar. Con un tono divertido, espontáneo y, sobre todo, muy autocrítico, es como la catalana cuenta la historia olvidándose de que el personaje protagonista del libro es ella. Y es que, si cambiásemos el nombre, “Mi color favorito es verte” sería una perfecta novela de ficción contemporánea.
Entiendo que no ha debido ser fácil para ella hurgar en la herida de lo que significa el nombre de Sebastien Pagés y salir airosa de las páginas que componen su nueva publicación. Guste o no, con este libro, Pilar Eyre ha conseguido ser finalista del conocido Premio Planeta y estoy seguro que haberlo escrito será un antes y un después tanto en su vida personal como en la profesional.
Lo nuevo de Arturo Pérez-Reverte es una clase educativa y magistral de fidelidad, lealtad y humanidad en forma de pequeñas historias donde los perros son los protagonistas.
Son veintitrés pequeñas, pero grandes a su vez, las historias que componen el ya nuevo éxito del escritor. Con finales felices y a veces todo lo contrario, “Perros e hijos de perra” más que ser el nuevo libro de Arturo Pérez-Reverte es un regalo, un regalo a la lealtad. No solo la que dan los perros, sino también de la que suelen carecer los seres humanos.
Su nueva publicación es una crítica de lo más constructiva a los pocos escrúpulos de las personas que se dedican a dar la espalda o maltratar, en todos los sentidos, a un animal y a quienes contribuyen a ello, a la vez que un claro homenaje a todas esas mascotas que nos han acompañado con toda la fidelidad del mundo a quienes las hemos tenido bajo nuestro mismo techo. Como bien dice él mismo en el libro, quizás nadie entendería sus palabras si no has sentido el amor, -porque es una de las mayores formas de amor que existe-, de tener un perro entre los brazos que nos acompañe día tras día y que por nada del mundo mira hacia otro lado que no sea el tuyo.
El maltrato animal es uno de los problemas por el que muchas asociaciones y protectoras luchan cada día para que se considere un delito mayor, y que quien lo cometa pague muy merecidamente por ello. El autor no ha dudado en manifestar con esta obra de una manera clarísima el apoyo para que se cumplan condenas justas por el maltrato animal. He tenido la sensación de que era la voz de Pérez-Reverte la que me narraba esas historias que forman el libro y que, de vez en cuando, las ilustraciones de Augusto Ferrer-Dalmau que aparecen sorprendiéndote, me hacían creer que, al mirarlos a los ojos, esos perros tenían vida propia y que cuando menos lo esperase saldrían de las páginas para poder acariciarlos con mis propias manos. Rápido y fácil de leer, “Perros e hijos de perra” te dejará con un buen sabor de boca, y estoy seguro que a más de uno que lo lea le hará remover parte de su conciencia, o al menos replantearse ciertas cosas antes de comprar o adoptar un perro; porque más allá de un capricho o un regalo, al comprar un perro estás comprando una vida que debe ser, como mínimo, igual de digna que la de cualquier persona.
Por Mario Temiño (@mynamewasMario)
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