Marta Fernández sorprende y te atrapa con su primera novela ‘Te regalaré el mundo’, con la que no podrás dejar de sentirte identificado. La autora ha llegado para quedarse.
La conocemos por ser la conductora, en su día, de Las mañanas de Cuatro, o actualmente de Noticias Cuatro, entre otras cosas. Pero, sin duda, hay que decir que Marta Fernández ha salido bastante airosa y triunfal después de escribir su primera novela. Una historia divida en una ficción dentro de la misma, y una realidad que al final tendrán mucho que ver entre sí y te mantendrán en vilo durante todas las páginas del libro.
Rossum es un personaje que trabaja para la corona de Portugal creado por Leo, el protagonista de la novela, que tendrá que resolver con parte de su imaginación, -promovida por ni más ni menos que el destino-, un final que acabará siendo desgarrador para ambos personajes, que se encuentran dentro del debut literario de la periodista.
Te regalaré el mundo es una novela dentro de una novela, donde vemos el asombroso y misterioso proceso de escritura que tendrá que seguir el principal protagonista hasta llegar a asumir y descifrar el mismo con ayuda de sus seres más queridos y cercanos, que le llevarán a reencontrarse con un pasado que tiene, sin él ser consciente, también mucho de presente y que por supuesto harán que el final no deje de ser una caja de sorpresas.
La autora aprovecha su profesión de periodista y lo hace coincidir con el protagonista, que ejerce de ello en un periódico de prestigio a nivel nacional donde se deja llevar por una segunda trama amorosa en la que te hará sentirte muy implicado y, a veces, hasta reflejado en ella.
Fernández utiliza las dos partes de su novela para demostrar cómo en un mismo libro se pueden lograr, de una manera muy satisfactoria, la creación de dos voces totalmente distintas y hasta en diferentes épocas. A cualquiera le sorprendería que, detrás de ese rostro que presenta los informativos de Cuatro, se encuentre una escritora que llena de fuerza sus textos y a medida que avanza el libro va alcanzando una mayor intensidad emocional y literaria. Sobra decir que después de leer Te regalaré el mundo esto no se va a quedar en la última y única novela de la presentadora de Mediaset, sino que será la antesala a una carrera muy prometedora dentro de la escritura.
‘Volverán las naranjas’ es una perfecta historia minimalista, creada por Xisela López y basada en unos SMS que la protagonista del libro encuentra en un teléfono móvil.
Es alucinante cómo de una cosa tan simple como puedan parecer los antiguos SMS, se llegue a hacer un libro experimental con una perfecta trama que se basa práctica, y hasta casi únicamente, en la lectura de estos mensajes por un personaje que los descubre.
Me llamó la atención el título; me pareció sugerente, y más tarde descubrí de lo que se trataba el libro, que reconozco no haber podido evitar leer del tirón. Volverán las naranjas es un libro minimalista, pero que no deja de contar con los ingredientes suficientes como para que acabes enganchado a la historia que la protagonista va descubriendo en un teléfono móvil que no es suyo y que, en el momento que menos lo esperas, destapa una sorpresa que hará cambiar por completo el rumbo de la historia.
Xisela López con este libro hace un claro homenaje al voyeurismo que cualquier persona puede llevar dentro. En este caso, la protagonista no puede resistir las ganas de conocer hasta el final una historia de amor que te hará pensar. Esta protagonista, en un ambiente policíaco, recibe un teléfono móvil que estará relacionado con la desaparición de uno de los casos que su equipo tiene que resolver. Lo que no sabe es que detrás de ese mismo caso se encontrará con dos personas que se hablan casi a diario por SMS, y que el amor que empieza a unirlos, sin darse cuenta, también empezará a formar parte de ella.
Xisela demuestra con este ejemplo que no solo es suficiente tener un estilo literario bastante aceptable para construir un buen libro, sino que a veces los ingredientes más importantes que forman una trama, y unos personajes llenos de fuerza y carisma, son suficientes para engancharte a una historia bien contada que no podrás dejar de leer hasta terminarla. Setecientos cuatro mensajes son suficientes para que la autora te haga sentir cómplice de una historia que inevitablemente podría pasarnos a cualquiera y que, llena de humor pero con nostalgia, se resuelve con un final bastante aliviador.
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