[RESEÑA] «La templanza» de María Dueñas y «Que todo sea como nunca fue» de Joachim Meyerhoff

María Dueñas vuelve a soltar su elegante escritura para enredarte en una historia que hace que te acabes enamorando de sus personajes, “La Templanza”.

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Sobran las presentaciones a María Dueñas, la escritora que con su primera novela cautivó al mundo entero, “El tiempo entre costuras”. Un fenómeno literario al que le siguió su propia serie de televisión en Antena 3 y que no se ha quedado ahí. Posteriormente publicó su segundo libro “Misión olvido” y ahora ha vuelto de nuevo por la puerta grande con “La Templanza”.

Seguramente ya hayas visto su portada a montones en los escaparates de todas las tiendas de libros y en los primeros números de las listas de ventas pero lo que esconde dentro de sus páginas merece mucho más que esa visibilidad comercial.

Con unas exquisitas descripciones que no cesan en ningún momento y una elegancia soberbia que inunda la escritura de Dueñas desde el principio hasta el fin, narra parte de la vida de Mauro Larrea, un minero que tras verse arruinado decide dar un golpe sobre la mesa para volver a ser quien un día fue. “La Templanza” es como un vaso de agua que gota a gota va llenándose, que va subiendo de intensidad poco a poco hasta que cuando menos te lo esperas esa última gota hace que rebose el vaso con un final que efectivamente, te dejará desbordado y que te hará sentir a la perfección todo lo que habita debajo de la piel de Mauro. Pero no está solo, en esta historia que viaja desde México hasta el Jerez de la Frontera gaditano pasando por La Habana con pinceladas puramente históricas del siglo XIX, varias familias de estos distintos lugares harán que sus planes se trunquen en varias ocasiones y que otras veces, hagan cambiar de una manera sorprendente y grata sus días. Son muchos los personajes que pasan a menudo por esta novela pero es increíble como María hace que absolutamente todos ellos sean imprescindibles en esta nueva historia que trae bajo el brazo. Un destino, una herencia, la historia de una familia, un fiel esclavo, cómplices, astutos enemigos pero sobre todo la gran Soledad Montalvo, son algunos de los ingredientes que la escritora utiliza para hacer de su nueva novela una historia perfectamente hilada en la que no dará puntada sin hilo ni dejará ningún cabo sin atar a la perfección.

Está claro que ya es un éxito de ventas y que mucho camino le queda por recorrer a María Dueñas con “La Templanza” porque este no es un libro al uso, son más de quinientas páginas que hablan de historia, de uniones familiares, de un amor que va a más y sobre todo, de fidelidad.


La novela autobiográfica de Joachim Meyerhoff “Que todo sea como nunca fue” habla directamente al corazón sobre cosas que todos conocemos como la familia.

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“Que todo sea como nunca fue”, un título muy sugerente que te deja pensando y una divertida portada de un niño disfrazado es lo primero que nos entra por los ojos del nuevo libro, y además autobiográfico, del alemán Joachim Meyerhoff.

Dentro del libro encontramos una multitud de sucesos cotidianos que ocurren dentro de su familia en los que el autor ha dejado al lado de una manera muy ejemplar todos los tapujos y prejuicios para hablar de su propia familia dejando desnuda la imperfección de todos los miembros que la componen. Un padre más peculiar que otra cosa, una madre quizás más cansada de lo que aparenta y unos divertidos hermanos con los que Joachim no dejará de interactuar son los encargados de formar el día a día del pequeño de la casa que vivió con la locura como una normalidad constante dentro y fuera de las cuatro paredes de su hogar. Es impresionante e incluso da bastante vértigo ver como en vista del niño que deja de serlo para dar pie a un adolescente, la figura paterna y materna del protagonista sufren cambios debido al paso del tiempo y a la manera de concebir la vida que poco a poco y casi de una manera inesperada les acabará separando. Meyerhoff plasma a la perfección como el concepto de familia va evolucionando con el paso de los años, los hijos se hacen mayores y acaban dejando una soledad en los padres a la que dudosamente podrán estar preparados y más si conlleva la pérdida total de un descendiente.

La admiración, el respeto y el amor más sincero son los pilares que en ninguna parte perderá y sobre los que se sostienen esta novela desde el principio hasta el fin. Lleno de comedia seguida del drama, destreza en sus capítulos e inevitables ráfagas de nostalgia han sido los incentivos que han llevado al libro a convertirse en un best seller gracias al boca a boca de un público rendido ante esta novela. A pesar de las dificultades familiares con las que te podrás sentir identificado o no, leer “Que todo sea como nunca fue” te dejará un buen sabor de boca que no querrás olvidar.

Mario Temiño

Nacido en Madrid. Parte creadora. Entrevisto y escribo sobre libros en YourWay Magazine. Cine. Televisión. Técnico en producción audiovisual y aficionado a escribir y leer en mis ratos libres.

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