[CRÍTICA] Vis a Vis: El viaje sin retorno de la ficción española

No me lo tengas en cuenta, Noticias, Reviews, Televisión | 21/04/2015 Por Miriam Puelles 1

Se esperaba como agua en mayo una nueva ficción que desbancase los roles establecidos hasta la fecha, que su frescura sirviese para reinterpretar la realidad de un producto desgastado por las largas décadas de familiarización hacia el «todos los públicos». Por suerte, las productoras del país comienzan a darse cuenta de la necesidad de cambio, del reinventarse o morir, de la actualización que las nuevas generaciones piden a gritos.

La americanización del gusto español es un hecho desde hace tiempo. No obstante, la prevalencia de lo patrio en cuanto a productos audiovisuales se refiere había estancado un mercado muy rico en creatividad y éxitos. Pero, con productos como Vis a Vis otro mundo es posible.

En primer lugar por la regeneración de caras nuevas en la pequeña pantalla. El star system español está muy bien para vender (a veces), pero su constante reutilización ha terminado por chirriar a muchos espectadores cansados de contemplar diferentes papeles en un mismo cuerpo. La transfusión de las almas ficticias se puede convertir en un permanente si no se trata con cautela. No es el caso de Vis a Vis. Caras diferentes, desconocidas, permiten llegar al espectador totalmente virgen al capítulo piloto. Y, oye, la ingenuidad del «cómo actuarán» permite sorprenderte -en este caso para bien- de un modo muy fresco.

Son personajes complejos, con carácteres diversos; y si no que se lo pregunten a Maggie Civantos. Su papel, el protagonista, dispone de un arco muy amplio con un gran número de registros que la actriz logra llevar con dignidad. Las comparaciones con su homónima estadounidense han estado patentes hasta el día del estreno, en cambio, una vez finalizado éste las dudas se solventan. Esto es otra cosa.

Hablamos de una serie para territorio nacional en un prime time de una generalista. Por más que se ponga en pantalla un +16 no quita para tratar con delicadeza la estética de la imagen y del argumento que se desarrolla. Y Globomedia lleva muchos años en el mercado. Sabe cómo hacerlo. Desde la recreación de la cárcel (en una fábrica abandonada) hasta usar el plano adecuado tienen un largo proceso de creación. Si bien es cierto que el ‘toque Globomedia’ sigue estando patente – limpieza, estética, armoniosidad y ‘pastelosidad’ en la imagen – con Vis a Vis han conseguido desprenderse de los estereotipos fijados para ir un poco más allá. No en exceso, solo lo justo para mantener el sello pero invocando nuevos aires. Y es de agradecer.

Volamos hacia el otro charco. La ficción nacional se reinventa y acepta el cambio de una sociedad que ya no busca productos familiares. El público se ha especializado, ha salido del país, ha conocido. Adiós a Paco Martínez Soria, a Esteso y Pajares; llegan los HBO, la globalización, el contenido segmentado hacia una audiencia adulta. Es así. Vis a Vis ha sido capaz de plantar cara a un formato killer y asentado como La que se avecina; algo impensable y por lo que pocos apostaban. Es la clara muestra, la evidencia de la renovación, del cambio generacional. España pide ficción de calidad y, a la vista está, estamos preparados para afrontar este nuevo camino; bien sea dentro de una cárcel o no, ya no hay retorno. El viaje ha comenzado.

Miriam Puelles

Dicen que nací con un mando a distancia bajo el brazo, pero ni así pude evitar ver a Leticia Sabater hacer flexiones por televisión. Sin embargo, no todo fue malo. Aprendí a imitar a Lina Morgan, me creí un genio de lámpara con Paz Padilla, cantaba “*furor furor nana nana nanara*” a todas horas y siempre quise participar en ‘Soy el que más sabe de TV del mundo’. Tal vez por ello ahora me dedico a escribir sobre mi adorada pequeña pantalla. Y, tal vez por eso, hice de ello mi modo de vida.