NO ME LO TENGAS EN CUENTA: El fantasma de las navidades pasadas

Uno de los momentos más esperados del año es, sin duda, la lista con los personajes conocidos que darán las campanadas esas navidades. Los más ilustres, famosos, mediáticos de cada cadena, serán los encargados de trabajar en una noche donde todo el país está de fiesta. No obstante, en muchos casos se intuye como un premio a una buena temporada televisiva, a unos números personales que hacen brillar a la persona que se sitúa frente a cámara.

Entonces… ¿Ramón García qué ha hecho para estar ahí estas navidades?”, te preguntarás. Pues bien, como personaje histórico que es, la nueva directiva de TVE le ha reconvertido en el símbolo de las navidades; regresando así a la década de los noventa en pleno siglo XXI. Y es que TVE ha decidido buscar en el baúl de los recuerdos de Karina para tratar de reflotar el barco hundido. El problema es que lleva mucho tiempo bajo el mar y con dos palos de papel lo único que van a lograr es que se hunda más.

Ni con la capa, ni con ayuda de la bióloga más famosa de toda España, ni incluso con una hipotética entrada de las ovejas de Carmen Sevilla en directo en Sol podrían hacer que estas navidades no nos recuerden a la prehistoria del país. No sólo Ramón García volverá a dar las uvas como en antaño, sino que la cadena pública ha recuperado Telepasión. Sí, aquel programa mítico donde los presentadores de la cadena se convertían por una noche en estrellas del musical con canciones reconvertidas para la ocasión.

Ni duda cabe que en esta ocasión tendremos un interesante duelo por ver quién es la más diva de la cadena, Mariló o Ana Obregón. Sin duda las apuestas ya han comenzado a funcionar y muchos son los que ven aquí el gran atractivo navideño. Y, la verdad, nadie puede negar que ver a Mariló Montero entonando una canción siempre es motivo de atractivo televisivo. Le pese a quien le pese.

Es una lástima que no entre dentro de las candidatas Toñi Moreno, quien ha finalizado su etapa en TVE y se encuentra como la mayor parte del país, en paro, hasta que la productora le encuentre un nuevo canal en el que cuadrar sus programas. Pero claro, con esos sueldos… no es tarea fácil.

Pero volviendo al tema que nos concierne, estas navidades TVE apuesta por la canción, por el musical, por lo patrio de la cadena que algún día triunfó. Es por ello que, como recambio de Toñi en las tardes y nuevo especial pre-2015, David Bustamante tendrá sus propios contenidos en la cadena. Es decir, en primer lugar el ya titulado ‘Bustamante y amigos’, vamos, el típico programa donde veremos a los mismos artistas de siempre cantar con él sus canciones o algún villancico que otro y nos desearán feliz Navidad. Sin novedades. Y más tarde, ya cuando hayan acabado los especiales, el cántabro tendrá programa propio rodeado de niños en las tardes de la pública. En definitiva, un modo de relanzar su carrera o apuntar a un auge de ventas entre las señoras de sesenta y cinco en adelante.

Al fin y al cabo es lo que busca la nueva TVE, ¿no? Reconvertir sus espacios en viejas huellas del pasado, hacernos huir de la actualidad para posicionar aquello que algún día triunfó (el gran ejemplo está en ‘Sábado Sensacional’, esa joya que trataron de imponernos en verano). Tal vez sea casualidad y este giro directo hacia el fin de su imagen como referente televisivo sólo sea una mala estrategia de marketing, quién sabe. Lo que sí parece seguro es que estas Navidades en TVE volveremos a ver los mismos rostros que hace diez años, algo más envejecidos, algo más canosos; pero con el mismo espíritu de aquel entonces. Y la pregunta es: ¿el público también mantiene su realidad en los noventa o han pasado de siglo? No sé, quizás desde la cadena este aspecto no se lo hayan planteado. Quizás el objetivo es evitar la regeneración de la cadena. Quizás, en definitiva, la búsqueda del fantasma de las navidades pasadas sea un modo de entonar el final de la historia de la televisión pública, de nuestra televisión pública.

Por Miriam Puelles (@miriampuelles)

Miriam Puelles

Dicen que nací con un mando a distancia bajo el brazo, pero ni así pude evitar ver a Leticia Sabater hacer flexiones por televisión. Sin embargo, no todo fue malo. Aprendí a imitar a Lina Morgan, me creí un genio de lámpara con Paz Padilla, cantaba “*furor furor nana nana nanara*” a todas horas y siempre quise participar en ‘Soy el que más sabe de TV del mundo’. Tal vez por ello ahora me dedico a escribir sobre mi adorada pequeña pantalla. Y, tal vez por eso, hice de ello mi modo de vida.

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