Xacobe Pato se ha convertido en el librero más conocido de las redes sociales. A través de su Instagram empezó hace tiempo a escribir y a compartir sus experiencias sobre su día a día o los libros que iba leyendo. Esa especie de diario le ha llevado a publicar hace apenas unas semanas su primer libro Seré feliz mañana, de la mano de la editorial Espasa. Lo presenta en mitad de la segunda ola de Coronavirus que vive nuestro país y lo hace al otro lado del teléfono. Xacobe nos cuenta cómo está viviendo su experiencia tras publicar el libro y nos habla del futuro al que tendrá que adaptarse su gremio.
P. Xacobe, acabas de publicar tu primer libro Seré feliz mañana, ¿cómo estás viviendo el tener que presentarlo en mitad de la segunda ola de la pandemia con lo que ello conlleva?
Como autor es verdad que no soy muy consciente de cómo es la presentación de un libro, ya no solo en prensa sino con los lectores en las librerías, pero en calidad de librero sí que he visto pasar a un montón de escritores. He visto bastante esa cercanía con los lectores que muchos autores disfrutan un montón y eso me lo voy a perder… No tengo mucho con lo que comparar porque es el primer libro pero bueno, un poco de pena por ello sí que tengo.
P. No sé si os planteáis hacer de alguna manera distinta las presentaciones o las firmas de libros…
Nosotros en junio, en la librería en la que trabajo, hicimos alguna presentación con límites de aforo y cumpliendo todas las medidas de seguridad. La verdad es que cambia bastante la cosa. De momento no tengo muy claro si voy a poder hacer alguna presentación, me ha ofrecido alguna librería hacerlo también al aire libre mientras el tiempo acompañe y no me parece mala solución.
P. Me sorprende que al final se esté pudiendo hacer eventos multitudinarios, dentro de las medidas de seguridad, como conciertos o espectáculos y me da la sensación que el mundo editorial no está terminando de acostumbrarse a la situación…
Sí que es verdad que se ven otros tipos de eventos seguramente mucho más masivos que la presentación de un libro, que al final no deja de ser de aforo más reducido. Yo creo que aquí influye mucho el tamaño de las librerías que muchas veces no tienen salas habilitadas muy grandes y los espacios son más reducidos, las distancias son más difíciles de conseguir y quizás ahí esté un poco la explicación. Si esto sigue así yo creo que las librerías tendrán, y tendremos, que buscar alternativas, como por ejemplo hacer las presentaciones fuera de las librerías y llevarlas a algún teatro o salón de actos.
P. Con la publicación del libro has pasado de recomendar libros en tu librería a que otros libreros puedan recomendar el tuyo, ¿cómo lo estás sintiendo?
La verdad es que esa dualidad que voy a tener ahora, aunque no es el primer caso ni mucho menos, la vivo expectante. Me haría mucha ilusión que otros libreros leyesen el libro y que lo recomendaran si les gusta o si creen que a los lectores de sus librerías les puede gustar. Voy a continuar mi trabajo como librero y eso sí que me causa mucha curiosidad, el pensar que en mi propia librería alguien me pueda preguntar por mi libro. Como librero muchas veces eres testigo de conversaciones entre los clientes, ellos hablan sin ningún tipo de filtro ni corrección política. Tengo un poco de miedo a que hablen de mí, delante de mí, sin que ellos sepan que estoy ahí.
P. Has empezado en el mundo editorial con una especie de diario o de cuadro de reflexiones que has ido escribiendo a lo largo del tiempo, ¿te planteas que este sea el comienzo de una larga carrera como escritor?
Sí, la verdad es que yo siempre tuve la inquietud de escribir, lo que pasa es que hace unos años seguía con esa inquietud y sin embargo no escribía ninguna línea. Siempre he leído mucho pero me han dicho que a escribir se aprende escribiendo, entonces tomé un consejo de un libro de Chéjov y empecé a escribir mis propias experiencias. No sé lo que vendrá, de momento llevo dos años con los diarios y me lo paso bien. No soy muy partidario de conceptos como el de salir de tu zona de confort, si estoy a gusto lo seguiré haciendo y cuando me canse pasaré a otras cosas si tengo capacidad y talento para ello. Me gustaría escribir alguna novela o algún ensayo.
P. Una de las cosas que más me ha gustado del libro es que, con todo el snobismo que existe en las redes sociales y en el mundo de la literatura, no has tenido ningún reparo en hablar sobre tu lectura de las memorias de Coto Matamoros o el libro de Chenoa…
Creo que es una de las cosas que nuestra generación tiene bastante asumidas. Hablar de cultura popular ya no está mal visto y en general la reivindicamos mucho. Puede que a alguna gente le suene raro que en tu propio libro hables de las memorias de Coto Matamoros o de Chenoa pero bueno, creo que nuestra generación no tiene esos prejuicios y yo creo que está bien que nos los tengamos.
P. Además tú has demostrado que los libros sí que generan interés en las redes sociales y que dentro de ellas sí que hay espacio para que se hable de ellos, ¿no?
Yo creo que sí, además es que en mi caso no me apetecía escribir para guardarlo en un cajón. Las redes me han dado la posibilidad de compartir mi escritura con gente que está en Instagram y ver que no hay ningún problema en hacerlo. Hoy en día un músico yo creo que no graba sus canciones en su casa y las guarda, las sube a Spotify o a Youtube. Creo que con la literatura hay que dar el paso de adaptarnos a las redes sociales.
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P. En el libro mencionas un montón de libros que vas leyendo y das tu opinión sobre ellos, ¿qué estás leyendo ahora mismo que acabas de publicar tu primer libro?
Estoy leyendo unos libros que se llaman Crónicas de los Cazalet, el primero se llama Años ligeros y los ha publicado Siruela. Son unos libros que recuerdan mucho a los de Jane Austen porque hablan de familias, del servicio doméstico, la diferencia entre clases… me están encantando. Hace unos días terminé Panza de burro de Andrea Abreu, una escritora canaria muy joven y que me ha alucinado por la valentía con la que está escrito y que se lo recomiendo a quien haga falta.
P. Tú que has estado trabajando en la librería antes y después del confinamiento, ¿en qué situación está dejando el Coronavirus a espacios que ya están tan dañados como las librerías?
Desde que tuvimos que cerrar no llegamos a incorporarnos todos hasta principios de junio. Sí que es verdad que los primeros meses tuvimos una afluencia mayor de lectores que estaban con muchas ganas de que abriesen las librerías. No sé si esto es un espejismo que va a durar unos meses o va a ser algo que se mantenga. Yo la verdad es que no soy optimista, sobre todo si vuelven los confinamientos, porque las librerías van a estar en una situación muy delicada. Ya es un sector muy complicado que deja muy poco margen de beneficio para las librerías y yo creo que lo va a pasar mal, pero sí que es verdad que la gente ha vuelto a las librerías con ganas.
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