Algo muere en el alma cuando un amigo se va.
Eso es lo que han pensado algunos compañeros de Juan Echanove tras el despido de este. Durante varias semanas se ha hablado mucho de la polémica surgida en Cuéntame cómo pasó debido a su repentino despido. Cuando comenzó esta temporada nada hacía presagiar que Miguel Alcántara moriría. Nada hacía presagiar, tras su época de oro, que uno de los personajes más carismáticos de la serie desaparecería.
Centrándonos en el episodio emitido esta semana, debo decir que me queda un sabor agridulce. Por un lado, el final del personaje me ha parecido cuanto menos algo cutre. Cierto es que de una serie como Cuéntame no se puede esperar que los personajes acaben entre tiros o explosiones, pero morir sólo en la cima de un monte me parece bastante absurdo. No imagino a nadie con tanta frialdad y señorío capaz de soportar el dolor que provoca un infarto sin quejarse, sin pedir ayuda, «disfrutando» de la llegada de su muerte. Me resulta complicado imaginar un Antonio Alcántara con esa frialdad de escena y esa cordura en momentos tan dolorosos como la muerte de un hermano. Necesité de más drama y menos cortesía y educación. Cuéntame es una serie con la que muchos —como servidora— hemos crecido y por ello, tal vez, algunos echamos de menos más naturalidad en algunas escenas para mantener el lazo con los seguidores de la serie.
El adiós de Echanove, una lección de arte dramático
Por otro lado, la actuación de los actores fue impecable, el maestro Echanove lució su gran experiencia y arte en un capitulo en el que nos hizo llorar con él, en un capitulo en el que sabíamos lo que iba a ocurrir, en un capitulo que sabíamos e intuíamos que sería su despedida. Echanove e Imanol nos hicieron vibrar con su amor de hermanos y su complicidad durante un episodio marcado por la pasión que ambos le tienen a la serie de nuestra vida y al arte de actuar. Una actuación impecable y brillante, una actuación que demuestra, una vez más, que la serie más longeva de la televisión nacional ha tenido, tiene y tendrá a los mejores actores nacionales, aunque a veces deje escapar a alguno.
A ti, Echanove, maestro de maestros, maestro de teatro y cine, gracias por tantos años de arte en escena, gracias por dar vida a Miguel Alcántara, al que tenemos que agradecer su carisma, sus problemas cotidianos y su forma de ver la vida. Gracias por enseñarnos que al amor le da igual la edad. Una interpretación magnífica en la que no podemos imaginar a otra persona que no seas tú. Cierto es que podrían no haber matado a Miguel sino haberle mandado a Francia o Benidorm. Echaremos de menos tu sonrisa, tus bromas con Ricardo Gómez y tu brillantez.
¡Te echaremos de menos, Miguel Alcántara!
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