CRÍTICA DE TEATRO | «Mi hermano es un moderno», de Secun de la Rosa

mi hermano es un moderno

No sé si Mi hermano es un moderno, y dudo mucho que yo lo sea, al menos no tanto como dicen ser los protagonistas de la obra.

Escrita y dirigida por Secun de la Rosa, cuenta la historia y peripecias de Santi Presencia, líder de una banda de música, y de su hermano y fiel escudero, Perico, en los años de La Movida Madrileña.

Tengo que ser sincera, me falta contexto emocional para empatizar con las obras ambientadas en esa época. En el caso de Mi hermano es un moderno entiendo la necesidad de lucha y el anhelo de libertad, pero no termino de comulgar con la idea de que aquellos jóvenes se considerasen héroes a nivel social. Lucharon por sobrevivir contra la natura de aquellos tiempos y las tentaciones hechas adicciones y vicios, por no ser víctimas de una sociedad que quería cambiar a pasos agigantados llevándose lo que pillara en su camino, héroes para ellos mismos sí, pero no creo que la etiqueta de moderno tenga que traspasar la línea y convertirse en galón.

Lo que sí valoro es el sentido que Santi y los secuaces que se unen a su banda dan a la amistad que nace entre ellos. El ir todos a una y el sentir el dolor de los otros como propio es fruto, supongo, de la necesidad de apoyar y sentirse apoyado que surge de la realidad de que la unión hace la fuerza y de que no había otra forma de conseguir la liberación que se buscaba.

La historia transcurre aceleradamente entre el bullicio que debía de inundar las calles y garitos por aquel entonces. A ratos tuve la sensación de perder detalles porque me querían contar muchas cosas muy rápido, en cambio el final se me hizo largo.

Situaciones efímeras en las que el humor no se encuentra en los gestos ni en la música (en directo, por cierto, un puntazo), sino en el lenguaje, sagaz y mordiente, igual que los zarpazos que la vida va dando a cada uno de los ocho personajes. Me quedo con la actuación de Ana Hurtado (Mari Pili), en mi opinión la más completa, y la voz de Xavi Melero (Perico), es el que mejor aguantó las subidas de la banda, y es que hubo momentos en los que las voces no llegaron al listón que puso la música.

Me pregunto si los jóvenes de hoy hemos perdido la capacidad de ser modernos, o la capacidad de darnos cuenta de que lo somos. Quizás estamos tan preocupados de seguir a la multitud que no vemos que es la vida la que nos mueve, aunque no queramos. Tanto que no somos capaces de sacar partido al bulle bulle que nos rodea.


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Margarita Pérez

Me apasiona que me cuenten historias desde las tablas, desde la gran pantalla o desde la caja lista. ‘Mary Poppins’ me enganchó al cine, ’10 negritos’ al teatro. Nací con una tele debajo del brazo y un lápiz en la mano izquierda. «Librívora» desde la cuna. Escribo porque no sé vivir de otra manera. Ingeniera de Telecomunicación. Madrid, Madrid, Madrid…

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