Interior.
El viernes de nuevo tenía una cita con aquella persona que hace un par de años hizo removerse en mi interior la palabra Eurovisión. Su forma de ser, su actitud y lo que transmite en un escenario hicieron que el año que Barei difundió su Say Yay por Europa yo estuviese especialmente conectado con ella a nivel emocional y supongo que esto es lo que hace que hoy en día sus B-Fighters sigan apoyando cada concierto que ofrece.
Al llegar al Palacio de la Prensa de Madrid ya había bastante gente bajo la lluvia esperando a que abriesen las puertas y empezar a buscar su hueco para el espectáculo. Reencuentro de amigos, selfies, risas, esperas y emoción se percibían por cada esquina del recinto hasta que a las 21.10h salió la banda al escenario con Barei y todo se transformó en aplausos, gritos y vítores hacia la cantante. El público venía con energía y se hizo notar desde el primer momento.
Tras Wasn’t me y Who plays the drums? Barei se dirigió por primera vez a su gente contando que el siguiente tema le ha marcado mucho porque el abuso siempre ha existido, pero quizá ahora está más presente por las redes sociales y existe más allá del colegio. I Don’t Need to Be You fue un canto en conjunto de los presentes, haciendo notar que esta canción no solo le llega a Barei, sino que muchos más hemos vivido situaciones cercanas con este tema tan serio. Aún así, el ambiente festivo no se perdió y continuó con Forget It.
«La siguiente canción, como sabéis, es una colaboración con Porta, pero como él no ha podido venir me gustaría que algún chico que se sepa su rap suba al escenario y la cante conmigo». Así invitó Barei a alguno de los invitados a que le acompañase en esta colaboración improvisada pero, a pesar de que sonaban varios nombres entre el público, ninguno parecía acabar de lanzarse. Finalmente subió un chico que no falló en ninguna palabra de Worry worry e incluso acabó bailando con la cantante durante la canción.
Tras un cover de la tan conocida canción Titanium de David Guetta y Sia, fue el turno de presentar al primer invitado (en este caso invitada). Brisa Fenoy subió al escenario tras ser calificada por Barei como transparente, clara y pura y cantó con ella un tema titulado Jerico. Luego le siguieron Point of no return, Throw the dice (canción que, según ella, habla de lo bestia que es el ser humano muchas veces, teniendo presente siempre la venganza y de lo grises que nos hace este hecho) y otro cover: esta vez el tema When I was your man de Bruno Mars, que se convirtió en algo muy especial al sostener muchas personas del público sus móviles en alto y emitir luces por toda la sala mientras los ondeaban en sus manos.
De nuevo, el ambiente festivo tenía que hacerse presente con el tema Foolish NaNa. El concierto iba encauzado a acabar pronto y las ganas de disfrutarlo al máximo propició gente bailando por la sala y el resto del público coreando el estribillo de la canción. El broche final de los invitados lo puso David Otero, que se marcó un tema con ella tan solo a guitarra y voz, casi sin micrófonos. Música en estado puro, directa de sus cuerdas vocales hasta nuestros oídos sin pasar por cables ni tecnología. Barei se vio entusiasmada con esta colaboración por el hecho de admirar al cantante desde tiempo atrás y ver que se hacía realidad poder cantar juntos en un escenario.
Y llegó el momento de sus fans, de cada B-Fighter que apoya a la artista en cada paso de su camino. Contó la historia de cómo surgió uno de sus temas, Impulso, por medio de las redes sociales, de cómo compuso la letra con muchos de sus seguidores y cómo ellos formaron parte de cada etapa de su formación, incluso en la grabación en estudio y videoclip. Les animó a subir a todos los que estaban presentes a cantarla con ella y una oleada de personas arropó a Barei en este tema que dona todas sus recaudaciones a fines benéficos.
Las últimas canciones de la noche fueron otro cover de Shape of you de Ed Sheeran y su mítico Say yay, con el que el público echó el resto y se sumó al final de la fiesta como quiso. Tras agradecer a los presentes su asistencia, Barei bajó del escenario con una sonrisa en la cara y recordando por qué, a pesar de lo duro que es el camino, sigue dando pasos adelante.
Yo volveré en breve, mientras tanto ya sabéis qué hacer… ¡Sonreíd!
Fotografías: Rocío Muñoz
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