[CRÓNICA] Y ‘OT 2018′ lo volvió a hacer

El fenómeno Operación Triunfo volvió a dar muestras de su fuerza reuniendo a casi 15.000 personas en el WiZink Center madrileño en el arranque de la gira de los 16 concursantes de su última edición.


Tras una edición polémica en la que se ha cuestionado repetidas veces el éxito de esta nueva generación, el primer concierto de la gira que los llevará por once ciudades de la geografía española no podría haber cerrado más bocas. Con un lleno hasta la bandera en un recinto más grande que el que abarrotaron sus antecesores, los concursantes de OT 2018 dieron un golpe en la mesa y demostraron que las malas lenguas no estaban en lo cierto.

Aunque lo que sí es cierto es que este nuevo espectáculo continua la línea simplista de las giras de Operación Triunfo y en algunos números se echa en falta elementos escenográficos que «vistan» más el show. Es innegable que los fans compran su entrada para ver a sus ídolos de cerca y poco o nada les importa lo que les rodee sobre las tablas, pero estos detalles, unidos al deficiente sonido en casi todas las actuaciones, deslucieron a unos concursantes visiblemente emocionados desde los primeros acordes de This is me, el tema grupal que abre el concierto.

Tanto África como Joan, Alba, Natalia, Marta o, especialmente, María, mostraron lágrimas en sus ojos durante algunas de sus apariciones. La desbordante ilusión de este grupo de chicos y chicas —cuya media de edad ronda los 22 años— era contagiosa y vibrante. No en vano, muchos de ellos vienen de cantar en bares y calles de su ciudad, soñando con hacerlo algún día frente a miles de personas, algo que estaban haciendo realidad en esta noche difícil de olvidar.

Los 16 concursantes brindaron un primer concierto más que correcto donde quedó claro que algunos de ellos deberían ser elevados a la categoría de artistas por su manera de pisar el escenario y enfrentarse a una cifra imponente de público por primera vez.

Emoción y fiesta en el primer concierto de la gira OT 2018

Entre lo mejor de la noche estuvo, sin duda, la pamplonesa Natalia Lacunza, uno de los talentos más prometedores de la edición, que se atrevió a sentarse frente al piano para interpretar una emocionante versión de The Scientist mientras en las pantallas descubríamos cómo sus manos se agitaban temblorosas sobre las teclas.

El sobrecogedor silencio que inundó el recinto durante esta actuación se convirtió en una explosión de energía gracias a la aclamada Seven Nation Army, donde la tercera finalista de OT 2018 dio muestras de su versatilidad una vez más y unió a todos los asistentes para corear el «lo lololo lololo» a pleno pulmón.

Tampoco se quedó atrás la subcampeona Alba Reche, una de las más aclamadas del concierto. La inconfundible voz quebrada de la ilicitana encogió el corazón a todos durante sus interpretaciones de She used to be mine y La llorona y con su capacidad para conectar con la emoción regaló dos de las actuaciones más mágicas de la noche, iluminando un WiZink Center que no dudó en encender sus linternas para acompañarla.

Juntas, Alba y Natalia desataron los gritos de buena parte del público con su interpretación de Toxic, una de las canciones más esperadas de la gira y que aterrizó en Madrid cargada de sensualidad y miradas cómplices entre ambas.

Por otro lado, el ganador de la edición, Famous, puso en pie a las gradas rememorando su mítico Uptown Funk y Miki demostró una vez más su don para montar una fiesta desde el escenario cantando La Venda, el tema con el que nos representará en Eurovisión el próximo mes de mayo. Por su parte, Sabela y Julia supieron tocar la fibra sensible con dos grandes actuaciones solistas como fueron Benditas feridas y 90 minutos, respectivamente.

Entre los concursantes que no llegaron a alcanzar la fase final del concurso, cabe destacar la brillante interpretación de One more try que realizó Marta y el dúo formado por Damion y África, que revivieron su tema Perfect entre sonrisas y arrumacos, concluyéndolo con un beso que se convirtió en uno de los momentos de la noche.

Con el himno Viva la vida se cerraron las más de dos horas de un concierto muy bien equilibrado a nivel de repertorio, con un setlist cuidadosamente seleccionado y ordenado de manera inteligente para ir elevando el delirio hasta reventar en una traca final donde el show saca toda su artillería pesada y confirma que el fenómeno OT 2018 existe y está más vivo que nunca.

Rocío Muñoz

Comunicadora, fotógrafa y videógrafa. Me embarqué en YourWay Magazine para vivir desde dentro lo que siempre había seguido desde fuera. Fuente inagotable de conversación sobre cine, música, televisión y Eurovisión. Tan rara como cualquiera.

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