Naturalidad.
Desde las ocho de la tarde la fila para ver a Zahara daba la vuelta a la esquina de la calle donde se encuentra la sala BUT de Madrid. Mientras la sala se llenaba, la gente dejaba sus abrigos en el ropero y se iban asentando tanto en el piso superior como en la planta baja, una música repetitiva a más no poder entraba en bucle por mis oídos y retumbaba por mi cabeza esperando que la naturalidad se materializase en forma humana.
A las 21.06 una base musical mundialmente conocida sonó por todo el local. El theme de Star Wars hizo que toda la gente se quedase parada, aplaudiendo y gritando, mientras en la pantalla del fondo del escenario el logotipo de la mítica saga de cine era rediseñado para poner «Snta Zhra«. Una grandeza de tantas otras.
La protagonista del film salió entonces a escena entre aplausos y gritos con una guitarra en mano y diciendo: «Gracias por estar aquí hoy, y más sabiendo que se estrena Star Wars. La película estará aun los próximos días, pero lo que se va a vivir aquí esta noche va a ser irrepetible».
La primera canción fue Int. Noche, en la que explicó que es la historia de una ruptura cuando esta ya está «superada» y borras su número para no llamarle en las noches con alguna copa de más y todas esas cosas que solemos pensar en hacer de vez en cuando. Hay que destacar que la naturalidad que tiene Zahara para contar sus historias no hace más que engancharte a seguir escuchando mientras no paras de reír, don que tienen pocas personas.
Antes de La Gracia contó que la gira se acababa en unos días y que estaba un poco triste porque se separaría de su banda cuando ésta finalice. Aun así, esta canción que me tiene enamorado en directo sonó de una manera muy distinta pero increíblemente buena y todo el mundo que asistió entregó lo mejor de sí para pasarlo en grande.
Monstruos, Oh salvaje, El universo y Leñador precedieron a Photofinish, en la que la bola de la discoteca dio vueltas y desprendió haces de luz por toda la sala. Un efecto precioso que se fusionó a mitad de canción con los focos del escenario y que fue seguido de tonalidades azules para presentar El frío, cantado y aclamado de inicio a fin por todo el público.
Antes de presentar una colaboración para que se subiera al escenario, también interpretó Rey de reyes, Hágase, Camino a LA, Crash y El lugar. El afortunado que fue invitado para «jugar» fue Xoel López, con el que vivimos uno de los mejores momentos de la noche. Y es que el equipo de Zahara le había hecho un logo como el suyo pero con el nombre del cantante, el cual dio para numerosas bromas con la lectura de éste: Puedo leer mi signo del zodíaco (Leo); puedes ver el este (E), oeste (O), lo que tu quieras (L) y X; pues yo leo XL OÉ… etc.
Fue un momento muy divertido en el que no dejé de reírme y al que le siguieron tres canciones conjuntas: Band of horses, Funeral e Historia universal. Tras ello, Xoel se marchó entre aplausos mientras Zahara saludó a su equipo, anunció que estábamos llegando al final del concierto y volvió a agradecer a toda la gente que se había desplazado para arroparla en el escenario, ya que es muy consciente de que no eran tiempos muy buenos para comprar entradas de conciertos, discos… etc con el IVA que actualmente tenemos. Como era de esperar una ola de aplausos y vitoreos reafirmó lo que mucha gente piensa sobre los altos precios de hoy en día.
Tras cantar El deshielo se marchó y vino con una cazadora puesta de colores para cantar el mítico bis de los conciertos. Las elegidas fueron Caída libre, en la que explicó que es un batiburrillo de anécdotas graciosas que le han ocurrido junto a una amiga suya y Tu me llevas, con la que se bajó del escenario y fue haciéndose paso entre el público mientras bailaba con todos. Cuando subió de nuevo, no paró de bailar hasta acabar, literalmente, en el suelo. Lo que le siguieron fueron los aplausos y vitoreos finales para despedir lo que fue, como había prometido, una noche irrepetible.
Fue la primera vez que vi a Zahara y no me decepcionó en absoluto. Me habían contado que en directo era bestial y merecía la pena acercarse a un concierto. No se equivocaban, ella es naturalidad en estado puro y a nivel de espectáculo y de voz una crack. Volveré a verla en cuanto pueda y, si tu estás leyendo esto y no has ido nunca a verla en directo, no lo dudes. Hazlo.
Si de algo estás seguro cuando sales de un concierto suyo es que, aparte de Yola, Zahara mola mil.
Fotografías: Rocío Muñoz
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