BIOGRAFÍA
I am Dive son Jose A. Pérez y Esteban Ruiz. Un dúo que ha recorrido todo el mundo haciendo aquello que ellos saben hacer: música. Tras varios años en diferentes proyectos, en 2010 se unen para crear I am Dive con su primer trabajo, ‘Fall EP’. En estos casi 10 años como banda completarán con ‘Kriegszeit’ un total de 12 referencias discográficas y un ritmo frenético para presentar su sólida propuesta en países como Estados Unidos, Japón, Canadá, Francia, Inglaterra, Islandia, Corea, China y, por supuesto, España.
‘Kriegszeit’ es el segundo de una serie de discos cortos como ya anunciaran al editar el primero de ellos, ‘M A U V E’, en octubre de 2018. Así, el dúo continúa por el camino que ya tomara a finales del año pasado con un nuevo sonido, más ecléctico, en el que pueden convivir la oscuridad de ‘Nowhere To Be Found’ y la luminosidad de ‘Labyrinth’, o los sonidos más afilados de ‘The Fog’ junto a los más introspectivos de ‘Feral’.
‘Kriegszeit’ ya está disponible en todas las plataformas digitales y consta de 6 canciones tensas, con unas letras cargadas de mensajes que no esquivan la frustración por la situación social y política del país. Son canciones que exploran el desencanto y el cinismo al que nos enfrentamos cuando somos conscientes de nuestra propia ignorancia ante muchas cuestiones de la vida. De cómo somos incapaces de aceptar simplemente ciertas realidades ahora que comenzamos a entenderlo. Realidades que, pese a ser inamovibles, estamos dispuestos a intentar cambiar o ante las que al menos no vamos a conformarnos.
El álbum ha sigo grabado y mezclado en Seventh, el estudio que tiene la banda en Sevilla, y masterizado en RedRedPaw (Dinamarca) por Antony Ryan. ‘The Fog’, el primero de los sencillos del disco, vio la luz a finales de mayo y ya está sonando en radios de todo el país. Su impactante videoclip donde la autenticidad y el absurdo de las convenciones sociales se mezclan con la capacidad liberadora que habita en la aceptación de uno mismo.
I am Dive presentará su nuevo trabajo en directo en una gira que recorrerá gran parte de la geografía española pasando por ciudades como Córdoba (3 de octubre – Hangar), Sevilla (4 de octubre – Sala X), Alicante (5 de octubre – La Caja Negra), Almendralejo – Badajoz (16 de octubre – Salón de Teatres), Zamora (17 de octubre – La Cueva del Jazz) o Valencia (24 de octubre – Convent Carmen) entre otras muchas. Próximamente se anunciarán nuevas fechas de conciertos que tendrán lugar dentro y fuera de nuestro país.
MÚSICA
ENTREVISTA
P. ¿Cómo empezaste tu andadura en el mundo de la música?
El primer concierto que di en mi vida, concierto de verdad, fue en 1997, en un cibercafé (qué antigüedad…) de un barrio de la periferia de Sevilla. Parece mentira que hayan pasado ya tantos años. Pero antes, mucho antes, hubo dos momentos claves que me hicieron pensar en que yo quería estar un escenario con una guitarra eléctrica: ver a mi tío Alfonso tocar con su grupo de Sevillanas, Manantial, y el concurso de playbacks de mi clase de cuarto de EGB.
Sobre el primero, evidentemente, yo no tenía ni idea de nada de lo que estaba viendo, solo me fascinaban los focos, el sonido, la gente… aquello era un fenómeno muy loco para mí, que, con nueve o diez años, era la primera vez que iba a un concierto.
Sobre el segundo, recuerdo que cuando la profesora anunció que podíamos apuntarnos al concierto, quería hacer Local Hero de Dire Straits, pero justo la versión del concierto de Wembley de 1985 en la que Knopfler invita a Hank B. Marvin a tocar con ellos esa canción. Mi padre, afortunadamente, responsable de que mi infancia se formase viendo conciertos y documentales de Sir David Attenborough nos fabricó a mi hermano y a mí las guitarras que ambos sacaban en ese concierto: dos Fender Stratocaster, una roja y una naranja. Nos fabricó esas guitarras con cartón y las pintó y decoró. Eran casi perfectas. Yo era Knopfler y mi hermano Marvin (que además llevaban gafas parecidas).
Cuando le dije a la profesora lo que quería hacer me dijo que no y nos asignó “Tengo una chica” de Hombres G, y eso hicimos. Aún me la sé de memoria. Tengo que reconocer que aquel concurso era imposible de ganar porque nuestra competencia eran dos hermanas gemelas, gitanas, llamadas África y Asia que interpretaron “Debajo del olivo” de Azúcar Moreno. Imbatibles.
P. ¿Cuáles son tus influencias musicales?
Llevo escuchando música toda mi vida, de forma continua y todo eso está ahí, sumándose y mezclándose de forma constante en mi cabeza. De crío escuchaba todos los vinilos que había en casa una y otra vez. Mi tío me decía que mi padre era un antiguo y él me ponía a Talking Heads, Roxy Music, Communards o Golpes Bajos; luego, de adolescente estaba todo el día encima de mi monopatín y escuchaba todo el rato a Sunny Day Real State, Sound Garden, Pearl Jam, Neil Young y todos esos. Luego descubrí a Radiohead y luego ya no paré de tirar del hilo. Los últimos discos que me han volado la cabeza, o al menos dos de los últimos, han sido Lush de Snail Mail (que me parece una especie de reencarnación de Local Natives y David Bazan) y el All Melody de Nils Frahm, que es simplemente otra movida.
P. Háblanos de tu proyecto musical
I am Dive es el proyecto en el que estamos hoy en día José y yo [Esteban]. El grupo existe desde hace nueve años. Antes ya llevábamos mucho tiempo en esto, en otros proyectos.
Hemos editado doce álbumes en este tiempo y tocado cientos de veces en un montón de países. Además, los dos montamos WeAreWolves Records hace seis años para, además de editar nuestra música, apoyar discos de grupos que realmente nos gustan y en los que creemos.
P. ¿En qué te inspiras y sobre qué temas te gusta componer?
Personalmente, tengo que admitir que me cuesta mucho trabajo —vamos, me resulta casi imposible— escribir sobre cosas que no me pasen a mí, sobre experiencias personales por llamarlo de algún modo. En otro tiempo solía centrarme, para escribir las letras, en movidas sentimentales personales que de alguna forma repercutían en mi forma de entender el momento concreto en que fuese que estaba escribiendo. Hace un tiempo que esto me parece difícil toda vez que tengo otras cosas más importantes, menos personales, en la cabeza.
Ya en “Mauve” (el álbum de octubre de 2018) empezamos a tratar otros temas, más sociales, más políticos y ahora con “Kriegszeit”, el disco que hemos lanzado el 20 de junio, seguimos por ese camino. Están pasando cosas muy terribles todo el rato y creo que, aunque soy perfectamente consciente de lo limitado de nuestra audiencia, no podía dejar de tratar ciertos temas de forma más o menos críptica, eso siempre me termina pasando.
Nosotros vivimos en Sevilla, una ciudad mediana de un sitio estupendo pero que está derivando a un delirio político y social bastante terrible.
P. ¿Qué es lo más difícil para un artista que está empezando?
Cumplí cuarenta años hace cuatro meses y mi primer concierto fue hace veintidós. Igual mi percepción de los problemas que se encuentra quien anda ahora empezando en esto está un poco adulterada por la experiencia, el cinismo y el desencanto que esta profesión lleva aparejada pero creo que hay un gran problema en los jóvenes que hoy en día empiezan en esto: muchos son impacientes, la mayoría no tiene ni idea de cómo gestionar la frustración y todos viven (vivimos) en un ecosistema en el que la satisfacción tiene que ser inmediata y comparada con la satisfacción que consiguen los demás. Muchos de los jóvenes que conozco, no sólo en esto de la música, creen que se lo merecen todo y están muy equivocados.
Yo lo entiendo de otra forma —y a lo mejor así me luce el pelo— pero este negocio va de honestidad, de constancia y resiliencia, de trabajo duro y de aprender a fracasar en la gran mayoría de las cosas que uno se propone. Las recompensas que yo cosecho, que son muchas y no me puedo quejar, siempre han terminado llegando poco a poco. Yo creo que el éxito es el camino en sí mismo, pero eso díselo tú a un chaval de diecisiete años que lo que quiere son tres mil likes en el post que ha publicado en Instagram hace cuatro minutos.
P. Dinos tres canciones o discos que hayan marcado tu vida y por qué
Podríamos estar hasta dentro de una semana escogiendo tres y seguiría faltándome tiempo. Esta pregunta no puedo contestarla bien, así que te diré los tres primeros que se me ocurran.
“John Wayne Gacy Jr.” del disco Illinoise, de Sufjan Stevens.
Porque Sufjan Stevens es uno de los grandes talentos contemporáneos y ha sido capaz de metabolizar historias terribles, terroríficas como ésta o de tristezas cotidianas, en algunas de las canciones más bonitas que yo haya escuchado nunca. Y lo mismo que te digo ésta, podría decirte “Concerning the UFO sighting near Highland, Illinois”, “The Predatory Wasp of The Palisade is Out To Get Us” (solo en ese disco).
“Single Handed Sailor” del disco Communique, de Dire Straits.
Porque pasé horas y horas haciendo como que tocaba la guitarra encima de estas canciones y ésta ha sido siempre mi favorita del disco. Yo era muy pequeño para entender nada de lo que pasaba en este disco, claro, pero siempre me ha fascinado la guitarra de Knopfler, aún hoy.
“Viđrar vel til loftárása” del disco Ágaetis byrjun de Sigur Rós.
A mí Sigur Rós me pilló por sorpresa. No tenía ni la más remota idea de su existencia y me encontré con el vídeo de esta canción en una televisión extranjera. Me obsesioné con el grupo inmediatamente y aunque quizás ya no con la misma intensidad que durante los primeros años, creo siguen influyéndome de alguna forma en mi relación con la música que hago y que escucho todavía hoy.
P. ¿Cuál fue el primer el concierto al que fuiste?
No recuerdo exactamente el lugar o la fecha, pero estoy bastante seguro de que nunca había ido a un concierto antes de alguno de las galas en las que tocaba Manantial, el grupo de sevillanas de mi tío Alfonso. Entiendo que sería allá por 1987 o 1989 en la caseta municipal de alguna de las ferias de verano de algún pueblo de la provincia de Sevilla.
P. Además de la música, ¿qué otras inquietudes tienes en la vida?
Monto en bici. Mucho. Durante años competí y todo, ahora solo lo paso mal subiendo puertos de montaña por diversión. El ciclismo —de carretera y de montaña, que es el que más practico yo— es el único deporte que sigo con interés. Además, me gusta mucho ir a pescar, es una de las constantes que se mantienen inalterables en mi vida desde que tengo uso de razón. Me gusta mucho cocinar y comer. Soy un tipo del montón, que hace canciones para ganarse la vida, y estar contento.
Inquietarme me inquietan muchas cosas, pero mejor dejo de meterme en camisas de once varas…
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