Entrevista a Pilar Eyre: «Me he quedado sin aficiones porque todo se lo ha comido mi oficio»

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Pilar Eyre lleva toda una vida dedicada al periodismo y a la literatura. A lo largo de su carrera ha trabajado en numerosos medios de comunicación y ha publicado hasta 22 libros, el último se llama ‘Cuando éramos ayer’. Sus colaboraciones en Lecturas hacen que siempre esté en el candelero y es que las informaciones que da nunca son para menos.

La escritora se sincera sobre algunos de los temas de mayor actualidad como el feminismo, la visita de Juan Carlos I a España y la crispación política en esta entrevista en la que, además, nos presenta a los personajes de su nueva novela.


pilar eyre cuando eramos ayer novela libro comprar opiniones juan carlos españa rey monarquia feminismo franquismo politicaP. Pilar, ‘Cuando éramos ayer’ es un homenaje hacia todas las mujeres que estuvieron en la sombra durante la última etapa del franquismo y la transición, ¿tenías una deuda pendiente con todas ellas?

Más que homenaje es traerlas y explicarlas. Decir quiénes eran, qué hacían, cómo luchaban por salir adelante, cómo se enfrentaron a las generaciones anteriores. La verdad es que es una etapa de la vida de las mujeres que no está contada, se habla mucho de la postguerra, de la movida, de las actrices de los años cincuenta, pero de esas mujeres que no figuran en los libros de Historia y que son la letra pequeña en ese periodo hay muy poco publicado. Yo quería explicar a esas mujeres porque son las mías, es mi generación y yo me veía muy poco reflejada en los libros. He escrito el libro también para explicarme un poco a mí misma quién soy y a los lectores.

P. La vida de Silvia, una de sus protagonistas, tiene muchas similitudes con la tuya, ¿es más fácil escribir sobre tu propio recuerdo o sobre la vida de algunos de los personajes que has biografiado?

He escrito una docena de biografías y el trabajo de documentación es complicado, buscar el personaje que interesa también y explicar algo que no haya contado nadie sobre ese personaje suele ser también muy difícil, pero después de todas las que he escrito no tienen muchos secretos ya para mí. Creo que he demostrado en todos mis libros que, dicho con toda la modestia, es un género que se me da bastante bien. Para mí lo más interesante ahora y el desafío es hacer ficción, es muy difícil para mí y para todo el mundo. Mi primera novela la escribí en 1989 y desde entonces habré escrito como unas 8, así que creo que estoy dominando las herramientas del oficio y que cada novela es mejor que la anterior. Estoy contenta con los resultados y voy a seguir por este camino.

P. Supongo que la escritura de la novela te ha removido muchos episodios de tu vida, ¿qué fue lo más difícil de aquella época?

Nosotros tuvimos nuestra propia pandemia que se llevó por delante a muchos amigos, se murió mucha gente a la que yo conocía. Creo que todos tenemos familiares, amigos o conocemos a alguien que se ha muerto por esto, eso fue muy duro. También fueron duros los últimos años del franquismo porque Franco se murió matando y sus últimos tiempos fueron muy duros. Los que estuvimos en la lucha antifranquista también lo pasamos mal. Las relaciones personales y los enfrentamientos en la familia, con mis padres, quizás es lo que más me tocó y con lo que estoy más sensibilizada. Cuando escribía la novela lo que más me costaba era esa relación entre Silvia y su madre. Es en lo que más parte personal he vertido aunque las vivencias de una y de otra no sean iguales a las mías. Las relaciones con mi madre están ahí, es un territorio muy sensible y muy poderoso. Para mí la relación entre una madre y una hija es el sentimiento más telúrico de la creación.

P. ¿Qué tienen en común Carmen y Silvia? A pesar de ser una madre y una hija crecidas y educadas en épocas totalmente distintas…

Carmen tuvo que salir de lo que le tocaba, de ser una “señora de” que iba a la peluquería y que no tenía otra afición que estar al lado de su marido. Tuvo que salir de esa zona y de esa comodidad para ayudar a su hija y para estar a su lado, como hicieron tantas madres en aquella época. Ella es la auténticamente rebelde de este libro y de esta historia. Silvia al fin y al cabo es una rebelde lógica, porque todas las generaciones han sido rebeldes con respecto a la generación anterior. Yo creo que la transformación de Carmen es la más interesante porque ya no hay marcha atrás. Cuando ya ha salido de su matrimonio, de su vida y de sus ambiciones ya no hay marcha atrás.

P. El libro habla en parte de los escasos derechos de las mujeres en la época, ¿ves en riesgo todos esos avances que se han hecho desde entonces?

Si tú me preguntas si estamos mejor que antes, pues yo te diré que sí, que estamos mejor, porque venimos del subsuelo. Al mismo tiempo, también éramos muy combativas las mujeres en aquella época, éramos muy rebeldes y muy fuertes. Nos habíamos convertido en guerreras porque habíamos tenido que luchar contra gigantes y eso nos había hecho ser invulnerables. En la redacción donde yo trabajaba he visto a una mujer pegarle un guantazo a un tío porque se había propasado y nadie se lo reprochó. Éramos mujeres que no nos tosía nadie en aquella época. Habíamos decidido cambiar el mundo y cambiar nosotras mismas y nadie nos iba a echar para atrás. Ahora veo que quizás las chicas no han tenido que luchar como nosotras y quizás les falte ese espíritu de rebeldía que teníamos nosotras y que todavía se necesita, porque siguen matando a mujeres por violencia machista. En aquella época si hubiera habido las muertes que hay ahora hubiésemos salido todas a la calle y ahora no veo que las mujeres salgamos a la calle a luchar por nuestros derechos.

P. Con todo y con eso, la mayoría de los personajes del libro tienen una vida acomodada y disfrutan de privilegios…

Suelo hablar de cosas que conozco y de la gente de mi entorno, pero en mi novela también sale el mundo de la migración, porque creo que realmente la historia transgresora del libro es la de Silvia con su amante. Esa diferencia de clases entre los dos era muy transgresora. Que tu hija fuese rojilla, que la metiesen unos días en el calabozo pues estaba dentro de lo normal en aquella época, pero que tu hija, una chica bien de Barcelona, se vaya con un albañil hijo de la migración era un pecado imperdonable. Esas mujeres también se revelaban y también formaban parte de los grupos antifranquistas y lucharon de la misma manera.

P. Algunos años de la vida de la protagonista están marcados por la crispación política de entonces, ¿es comparable a la de ahora?

En aquella época el enemigo estaba muy claro porque era Franco. Cuando murió, nos dimos cuenta de que habían grupos políticos diferentes, pero en esa época había un frente común que consistía en ir en contra de Franco. La lucha antifranquista era muy clara con respecto en contra de quién tenías que luchar. Ahora no, porque hay grupos que son de derechas que no cuestionan el franquismo, otros que no cuestionan la monarquía, otros que son independentistas y son de izquierdas, otros que son de izquierdas y no son independentistas… Realmente, creo que ahora hay mucha más confusión por decirlo de alguna manera, pero también es lógico porque estamos en democracia y no se sabe cuál es el principal problema que tenemos. No creo que sean comparables las dos épocas, además antes se mataba a gente, Franco se murió en noviembre y en septiembre condenaron a muerte a cinco antifranquistas.

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P. ¿Cuál es el secreto para tener más de 20 libros publicados y seguir dedicándote a la escritura con tanta pasión?

Hoy estaba hablando con una amiga y le decía que yo antes realmente hacía muchas cosas, porque tocaba la guitarra, pintaba, tenía muchas aficiones… Ahora todas mis aficiones las ha ido devorando la escritura y la literatura. Me he quedado sin ellas porque todo se lo ha comido mi oficio, simplemente me dedico a escribir y a no hacer nada más. Es curioso, y quizás un poco triste, que todas las alegrías me vengan de la misma fuente, que es el trabajo. Antes tenía otros motivos de alegría o de tristeza, dejando aparte las cuestiones personales, claro. Ahora la verdad es que no sé por qué el oficio de escribir ha ido comiéndose toda la otra parte de mi vida y estoy prácticamente dedicada a la escritura las 24h diarias. No sé si esto es bueno o es malo. Estoy promocionando mi último libro, que ha salido hace poco, y ya estoy pensando en el siguiente y ya me quiero ir a mi casa de la Costa Brava porque tengo un argumento y una trama rondándome la cabeza. Me despierto pensando en los personajes nuevos que están cobrando ya vida en mi mente.

P. Cuando te das cuenta de estas cosas, ¿alguna vez se te ha pasado por la cabeza bajar el ritmo laboral o lo haces con gusto?

Es que yo no sé dosificarme, no sé hacerlo de esa manera. Creo que hace 50 años que no tengo vacaciones porque cuando estaba en las redacciones si había que hacer algún reportaje yo dejaba las vacaciones y me iba a hacerlo. Desde entonces, que soy freelance, he trabajado en varios sitios. Entre Lecturas y El Mundo he estado 16 años publicando un reportaje semanal de varias páginas sin faltar nunca, ni en verano ni en navidades, y todo eso unido a los libros que suelo sacar cada año y medio. No sé dosificarme, no sé parar dos meses o escribir solo un par de horas diarias, o todo o nada. El día que deje de escribir, que dudo que pase, dejaré de escribir en seco, pero eso no llegará porque a mí lo que me salva y le da sentido a mi vida es continuar escribiendo.

P. En las últimas semanas te hemos visto muy pendiente de la visita de Juan Carlos I a España y su comportamiento ha levantado muchas ampollas, ¿qué crees que pueden esperar los españoles de nuestra Casa Real a partir de ahora?

Yo creo que si Felipe y Letizia continúan haciéndolo como lo están haciendo hasta ahora, pienso que no hay ningún problema en que continúen. Por mucho que digan, yo no veo ningún movimiento republicano que se lo tome en serio y que tenga ganas de hacer un referéndum. No veo que haya ninguna propuesta en firme porque supongo que hay otros problemas más importantes en el país. Supongo que se tratará de que Don Juan Carlos moleste lo menos posible, porque ha sido demasiado este último viaje, creo que ha hecho mucho daño a la institución y a su hijo. Creo que se intentará optar por un perfil más bajo, si es que se consigue, porque Don Juan Carlos es un verso suelto que es ingobernable en estos momentos, está fuera de control y no creo que haya nadie que le pueda aconsejar lo que es mejor y lo que es peor.

P. Para terminar Pilar, ¿te ha dado más alegrías tu carrera profesional o tu vida privada?

Tengo un hijo y sería una frivolidad que lo comparara con mis libros, mi hijo siempre va a estar por delante mil veces. He tenido una vida personal muy satisfactoria, he estado con personas que me han querido y a los que yo he querido mucho también. Se han portado bien conmigo y yo también he intentado ser buena persona, tengo muy buenos amigos y una familia fantástica, unas hermanas a las que adoro. He tenido una vida personal muy bonita.

 

Fotografías: Mario Temiño

Mario Temiño

Nacido en Madrid. Parte creadora. Entrevisto y escribo sobre libros en YourWay Magazine. Cine. Televisión. Técnico en producción audiovisual y aficionado a escribir y leer en mis ratos libres.

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