Entrevista a Pilar Eyre: «Darle vida a mis padres a través de mis libros me hace sentir que les estoy devolviendo todo lo que me dieron»

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Como si se tratase de una especie de ritual, cada vez que Pilar Eyre publica una nueva novela me reúno con ella en su casa para charlar de libros y de vida. Esta vez el protagonista es “Un perfecto caballero”, una novela ambientada en la Barcelona de los vencidos que destripa la vida de la burguesía catalana en la que el franquismo estaba perfectamente instaurado.

Al llegar a su casa, Pilar me enseña un álbum familiar con fotos de sus padres y de la época; ella conoce a la perfección la vida y la fuerza que tienen esas fotos que luce con orgullo. Ese álbum de fotografías me sirve para completar con imágenes la historia de su nuevo libro en el que incluso su padre es uno de los personajes.

Nos sentamos en el sofá y empieza una conversación en la que la autora rememora momentos de su infancia, da vida a todas esas personas de su familia que ya no están y nos adelanta por dónde irán los tiros en su próxima novela.


TITULARES | Entrevista a Pilar Eyre

«“Un perfecto caballero” se ha formado con los recuerdos de mi infancia»

«Durante el franquismo no nos enseñaban jamás lo que había pasado»

«De pequeña me gustaban las historias pequeñas que había detrás de las grandes»

«Mi padre estuvo condenado a muerte durante toda la guerra y cada mañana leía los nombres de los que iban a fusilar ese día»

«Intento entender a los jóvenes de hoy en día porque conozco ese deseo de libertad»


pilar eyre entrevista un perfecto caballero franquismo barcelona cataluña burguesia padre familiaP. Pilar, “Un perfecto caballero” es una de esas novelas que una ha ido construyendo a lo largo de su vida sin ni siquiera saberlo, ¿verdad?

Sí, la verdad es que es una novela que se ha formado con los recuerdos de mi infancia, de mi familia, con cosas que recuerdo hasta de cuando era joven. En la novela hay cosas que he oído contar en sobremesas familiares y recuerdos que no sabes muy bien si te ha pasado a ti o si te lo has inventado; si son recuerdos ajenos o propios.

P. Hacía mucho tiempo que un personaje masculino no protagonizaba una novela tuya…

Sí, hice la biografía de Franco, pero realmente mis personajes potentes siempre suelen ser mujeres, tanto en las biografías como en las novelas de ficción. En este libro el personaje masculino es el protagonista, pero luego hay dos personajes muy potentes, incluso más potentes que el de Mauricio, y son el de su mujer y su amante. Son personajes que empiezan de una forma débil y doméstica, parecen mujeres sumisas y de su casa y luego se revelan como mujeres potentes. Al final son ellas las que tienen las llaves de todos los secretos e incluso manejan la vida de Mauricio como a ellas les da la gana. Mauricio es un personaje atormentado y que lo tiene todo para triunfar porque es rico, guapo, tiene una mujer estupenda, una fábrica en marcha y forma parte de los vencedores. La guerra ha dejado en él una inestabilidad, una herida que hace que se convierta en un ser atormentado que, aunque haya ganado la guerra, es un perdedor.

P. La novela narra la historia de una serie de familias falangistas de la burguesía catalana de después de la guerra, ¿por qué se ha contado tan poco que el franquismo estaba perfectamente instaurado en Cataluña?

Tienes que pensar que alguien como yo hasta que no entró en la universidad no sabía que había vencidos de la guerra. Me pensaba que los rojos eran los que se habían sublevado y que el orden instaurado era el de Franco. Nunca se nos había enseñado nada en esta materia porque durante el franquismo no nos enseñaban jamás lo que había pasado. Esto funciona a favor y en contra, porque toda esa etapa de nuestra historia se nos ha ocultado, no se ha hablado de ella y al final ha acabado por olvidarse, pero son veinte años en los que hubo gente, hubo sociedades, hubo empresas y hubo una multitud fervorizada que aplaudía a Franco cada vez que venía a Barcelona. Recuerdo haber ido a la Diagonal a aplaudir a Franco y a gritar y ver todo el entusiasmo que despertaba. Los apellidos de la burguesía de ahora siguen siendo los mismos apellidos que salen en mi libro y la élite sigue siendo la misma desde hace casi ochenta años. Es un fenómeno que pasa también en Valencia, en Bilbao, en Vigo, en Zaragoza, en Madrid, en Sevilla y en todas partes.

P. ¿Qué recuerdas de esa infancia entre la burguesía franquista?

Mis padres salían muchas noches y oíamos los nombres de los lugares donde disfrutaban, las habitaciones olían al perfume Mitsouko y nosotras íbamos al parque. Cuando me hice mayor y periodista intentaba preguntarle a mi madre si conocía a la Broto, que es una prostituta que fue asesinada y sale en el libro. De pequeña me gustaban las historias pequeñas que había detrás de las grandes. Lo que da colorido y nos hace realmente interesarnos por una época o personas son esos detalles humanos que a lo mejor no se recogen en otros libros pero que a mí me parece que hacen que vivamos esas historias como si fueran propias…

P. En cierto modo, la novela también es un homenaje tu padre, que es uno de los personajes del libro

Mi padre es una persona importantísima en mi vida, no puedo hablar de él sin llorar. Cuando tenía cinco años me hacía escribir poemas y me pagaba un duro. Fue el primero que valoró mi talento, por decirlo de alguna manera. Mi padre estuvo condenado a muerte durante toda la guerra y cada mañana leía los nombres de los que iban a fusilar ese día y solamente descansaba cuando pasaba la letra E y sabía que tenía veinticuatro horas más de vida. Eso, quieras o no, le creó una grieta que, por mucho que él formara parte de los vencedores, en realidad fue un perdedor porque eso no se olvida nunca.

En esa Barcelona de vencedores y vencidos había una zona gris donde estaban las personas como mi padre y mi familia, que podían haberse enriquecido, pero eran demasiado honestos. Mi abuelo era juez y yo he visto como por navidades le enviaban jamones y botellas de vino y las devolvía. Mi padre decía que para ser un mangante se tiene que tener talento y él no lo tenía. La novela también es un homenaje a todas estas personas que construyeron esta ciudad y que estuvieron sacando adelante a su familia y a ellos mismos con esa herida tremenda de la Guerra Civil, que quiero creer que se ha cerrado pero que también creo que se ha transmitido a sus descendientes.

pilar eyre entrevista un perfecto caballero franquismo barcelona cataluña burguesia padre familiaP. Hay un momento de la novela en el que el personaje de tu padre augura que tú acabarás escribiendo esa historia de la que nos hablas, ¿qué hubiese pensado él de haber podido leer la novela?

Esto es una gran pregunta porque lo sé. Por una parte, me gustaría pensar que estaría orgulloso y diría que esta feucha al final no nos ha salido tan mal, pero por otra parte sé que le dolería mucho leer esta intimidad. Julia Otero me dijo que Isabel Allende decía que o tenía que traicionar a su familia o a la literatura, y en este caso yo he traicionado un poco a mi familia. A mi padre le dolería mucho, no porque haya mentido ni nada de eso, sino porque no dejan de ser intimidades familiares que se negaba a hablar con nosotras. Mi padre murió hace relativamente poco y yo le consultaba cosas de la época que se negaba a responderme, nunca quería saber nada de eso y sinceramente creo que le hubiese molestado. Ojalá pensara que le iba a gustar, pero creo que le dolería que hubiese escrito este libro.

P. Como bien cuentas, cuando entras en la universidad tus ideas políticas fueron opuestas a las de tus padres, ¿cómo se vivió esto en tu casa?

Fatal, fue una época muy turbulenta de mi vida con peleas diarias y constantes. Me volví más roja que nadie e intenté entrar en el Partido Comunista de los catalanes de aquella época y no me quisieron porque era bastante extremista, me encontraban frívola y con unas ideas demasiado audaces. Ahora, analizándolo con el paso del tiempo, intento entender a los jóvenes de hoy en día porque conozco ese deseo de libertad. Al final lo que quería es ser libre y eso a veces lo justificas con ideologías, luchas o contra la dictadura porque quieres ser libre sin ataduras y sin miedos. Eso solamente se siente en la juventud, luego se pierde y no lo vuelves a sentir.

P. Carmen Franco aparece en determinados momentos de la novela, ¿llegaste a conocerla?

La verdad es que no, pero mis padres sí que la conocieron. Asistían a recepciones donde estaba ella y me acuerdo que mi madre me decía de Carmen Polo que exigía honores de reina porque iba con corona al Liceo, se le tenían que hacer reverencias y se le tenía que llamar señora como se le hace ahora a la reina. En aquella época sin reinos ella era la reina consorte. Carmen Franco formaba parte del grupo de mis padres cuando venía a Barcelona. Hay una escena de una fiesta en casa de mis abuelos a la que asistió Carmen Franco.

P. A pesar de que el libro no es una biografía, repite un poco la línea de tus anteriores libros “Mi color favorito es verte” y  “Nomeolvides” en los que los personajes son de tu entorno y pareces muy cómoda con esa fórmula…

La verdad es que me divierte porque puedo meter muchos de mis recuerdos personales y revivo situaciones. Doy vida a todas las personas de mi familia que han estado olvidadas y que nadie se va a acordar de ellas. ¿Quién se va a acordar de mi pobre tío Miguel que murió a los dieciocho años en Stalingrado si no lo recuerdo yo? Estoy contenta porque a mis padres los noto vivos. Antes cuando estábamos mirando las fotos de mis padres estaba casi hablando con ellos y pensando los celos que deben tener los otros que están en el cielo y que no tienen una hija escritora. El hecho de haberles dado vida a mis padres a través de mis libros me hace sentir que les estoy devolviendo algo de todo lo que ellos me dieron. Es un camino que tengo ganas de recorrer porque mi libro se ha quedado en 1962 y quiero retratar también la época que le sigue. Creo que voy a seguir por esa línea porque ahí era ya más mayor, tengo más recuerdos y veo que conecta con la gente. Tengo ya en mi cabeza la historia que voy a escribir y que, sin tener que ver con los mismos personajes, va a continuar la época en la que se queda “Un perfecto caballero”. Ahora estoy viajando y dando entrevistas mientras dentro hay una especie de sustrato que va saliendo y que cuando me ponga en enero a escribir fluirá como si fuera magia de mis dedos.

P. De todos tus libros este, sin duda, es el más cinematográfico y el que mejor se podría adaptar al mundo audiovisual. Creo que funcionaría perfectamente “Un perfecto caballero” en la gran pantalla.

A mí me encantaría y sé que hay gente interesada y en conversaciones. No quiero decir nada porque me han llegado a pagar por los derechos de algunos de mis libros, se ha rodado hasta el capítulo piloto y luego no ha salido nada por mil motivos. También se podría hacer una serie y creo que sería muy buena, pero no quiero decir nada hasta que no vea a los actores grabando porque no quiero quedar como una persona que vende humo.

Fotografías: Mario Temiño
Edición: Rocío Muñoz

Mario Temiño

Nacido en Madrid. Parte creadora. Entrevisto y escribo sobre libros en YourWay Magazine. Cine. Televisión. Técnico en producción audiovisual y aficionado a escribir y leer en mis ratos libres.

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