Una boda, unas amigas con acompañantes especiales y un lavabo transformado en el escenario principal de cotilleos y debates. Con esta premisa La madre que me parió encabeza el cartel del Teatro Lara. Bajo la dirección de Gabriel Olivares y con la idea original de Ana Rivas esta comedia de enredos se convierte en un soplo de aire fresco en el que las madres —como en la vida— juegan un papel fundamental.
Soñar con el día de tu boda es algo común en muchas personas que mantienen esa ilusión. Para Daniela, la protagonista de esta historia, no iba a ser diferente. En su cabeza rondaba la idea de una ceremonia inolvidable rodeada de familiares, amigas y un entorno en el que todo debía estar a punto. Lo que no sabía es que sus amigas vendrían acompañadas por sus madres y que ese entorno iba a ser un lavabo en el que se fraguaría su divorcio y en el que saldrían a relucir las diferencias familiares y los secretos más íntimos.
DE TAL PALO…TAL ASTILLA
«Es que eres como tu madre» podría ser una de las frases maestras de nuestro país. Parecerse a nuestras antecesoras y a la vez renegar de ellas es uno de los mandamientos de hijas e hijos. Las protagonistas de esta historia lo saben muy bien y tan solo hace falta disfrutar de unos minutos de la obra para darse cuenta de que este dicho se cumple con creces en el día a día.
Marisol Ayuso, Juana Cordero y Aurora Sánchez conforman un trío invencible de madres dispuestas a hacer lo que sea por sus hijas. En ellas se diferencian claramente tres generaciones y personalidades. Mientras que en Marisol vemos matices tradicionales que incluso nos recuerdan a su personaje de Eugenia en Aída, Aurora intenta ser en una moderna y dejar a un lado su carácter más pedante. Por su parte, Juana Cordero se adentra en el cuerpo de esa madre con espíritu joven que a veces nos gustaría esconder pero que termina siendo nuestra mejor amiga.
En la otra parte, nos encontramos a las sucesoras de estos tres ejemplos tan peculiares y a la novia, que descubrirá que las acompañantes de sus amigas le han quitado el protagonismo en un día tan especial. Sara Vega, Paula Braguinsky, Eva Higueras y Ana Villa aportan a la representación una frescura y realismo que permiten al espectador más joven sentirse reflejado en cada uno de sus personajes.
Acompañando a este reparto femenino y siendo el punto de inflexión entre trama y trama nos encontramos a un Diego París que encaja perfectamente con sus compañeras y que da vida a ese personaje carismático con el que empatizar en todo momento.
Palpar la conexión que existe entre madres e hijas y, en consecuencia, entre todas las actrices que forman parte del reparto hace mucho más fácil que el público resuene entre carcajada y carcajada. Para acompañar risas y aplausos que asoman entre escena y escena es imprescindible hacer hincapié en el acierto que suponen las apariciones musicales estelares de Juana Cordero, que mantiene su esencia desde el inicio de la función y que es junto a Ayuso una de las actrices más aclamadas al final del espectáculo.
La madre que me parió se convierte en una comedia fresca, con ritmo y con un reparto equilibrado que permite visualizar la experiencia en las tablas gracias a actrices como Ayuso, Cordero y Sánchez y la inocencia e ingenuidad de rostros jóvenes. Disfrutar de una boda desde la butaca, sentirte parte de los cuchicheos por el grupo de WhatsApp e incluso bailarte temas de verbena es posible gracias la historia de Gabriel Olivares que suma otra temporada en el teatro madrileño.
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