[CRÍTICA] «La sonata del silencio», la melodía de un pasado ruidoso que quiere sonar en TVE

la sonata del silencio

El silencio, ese elemento tan buscado y odiado, se contrapone a la realidad de una época donde todo suena, donde todo tiene una mayor intensidad. Las palabras, las sonrisas, los pasos. Todo. Las máquinas de escribir marcan el ritmo y el piano superpone su melodía a unos bombardeos que todavía reverberan en las paredes. Una canción caduca, olvidada, pasada. Como la vida de Marta (Marta Etura) y Antonio (Daniel Grao), un matrimonio donde lo único que queda es el recuerdo de lo que un día fue, de lo que un día fueron.

Bajo esta premisa parte La sonata del silencio, la gran apuesta en ficción de TVE para esta temporada. Marta Etura es la madre de la familia, la protagonista, la que lleva las riendas de una vida venida a menos y una crisis venida a más. Su marido Antonio (Daniel Grao) necesita la penicilina para poder seguir viviendo, sin embargo, conseguir tal premio en plena posguerra no es tarea fácil. Y ahí es donde brilla la actriz, en la profundidad de un personaje que ansía romper las reglas establecidas por la sociedad de la época.

Son ellas, las mujeres, las protagonistas de este drama romántico dirigido por Iñaki Peñafiel y Peris Romano, tomado de la novela homónima de Paloma Sánchez-Garnica. Tal como remarcó el director de Cine y Ficción de TVE, Fernando López Puig, en la presentación de la serie, La sonata del silencio pretendía ser una «reivindicación de historias femeninas». Y así es. Aunque eso suponga visualizar en pantalla una realidad dolorosa para un género subordinado a la figura del hombre.

Hablamos de 1946, en plena posguerra española, dentro de una época donde trabajar era sinónimo de permiso masculino, donde las mujeres no podían viajar solas, donde el concepto falda-pantalón era distintivo de género. La ingenuidad de personajes como el de Elena (Claudia Traisac) o Julita (Claudia de Ramón) así lo reflejan. Pero por eso está Marta. La figura central de la matriarca de la familia es determinante en cuanto al rol que debería tomar y realmente toma.

Por un lado está el implantado por la sociedad, pero por otro el que opta al coger las riendas de una familia que no puede sostenerse sin ella. Su marido está enfermo y con ello también su masculinidad. Imagínese un hombre en pleno franquismo incapaz de dirigir su familia, con el orgullo de macho ibérico herido. ¿Acaso dejaría que su esposa —utilicemos este término de simbología tan posesiva— fuese quien diese la cara por él? Dudoso. Por eso López Puig alegó que se trataba de «un paso más». Aunque, realmente, tampoco es un avance tan gigante.

la sonata del silencio

Marta (Marta Etura) y Antonio (Daniel Grao) en «La sonata del silencio» (TVE).

La sonata del silencio es la típica ficción diaria de sobremesa llevada al prime time gracias a sus exclusivos nueve capítulos, que la convierten en miniserie, y a una cuidada realización que es deliciosa en cada detalle. El realizador principal, Iñaki Peñafiel, reconoció en una entrevista en La 2 que para él todo detalle era determinante. Desde el poder de las teclas en el plano sonoro, hasta la altura del plano en realización.

«Los personajes femeninos son mucho más luminosos», afirmó, explicando que «la cámara está más subida o a la altura del hombro». Todo lo contrario que en el caso masculino, quienes están «por debajo o contrapicados y con una luz más lateral o mucho más contrastada». De este modo el hombre destaca su imagen de poder —una de las características del contrapicado es que genera una perspectiva de fuerza y autoridad— y su oscurantismo —el contraluz provoca unos rasgos más marcados y su profundidad evoca entresijos ocultos—; al tiempo que las féminas se acercan más al espectador —la luminosidad y la cámara más alta implican una mayor transparencia y accesibilidad—. En definitiva, rasgos de la historia llevados a la realización.

El problema es que con una detallada ambientación y puesta en escena no se logra el éxito. Y La sonata del silencio no es para todos los públicos. Si bien la edad de los protagonistas podría atraer a un público más joven, lo propio será que sean las mujeres de avanzada edad quienes sintonicen con la pública los martes por la noche. Porque sí, Velvet logró asentarse entre la audiencia joven, pero tanto Paula Echevarría como Miguel Ángel Silvestre interpretaban roles de menor edad que los que llevan a la ficción Marta Etura, Daniel Grao y Eduardo Noriega; este último, el tercero en acción.

Como toda serie dramática centrada en el amor (telenovela) que se precie, tiene que llegar una tercera pata a la pareja para enturbiar la trama. Ahí aparece Rafael Figeroa (Eduardo Noriega), un reputado notario que vive atormentado por el futuro de Antonio. Amigos en épocas pasadas es él quien le proporciona la medicina, pero también quien está enamorado de su mujer. Y la tensión entre Marta y Rafael es existente. ¿Se imaginan el final?

Otro de los personajes malvados de esta ficción es el interpretado por Fran Perea. Este, Mauricio, tratará de conquistar a la hija de los Figeroa, Elena (Claudia Traisac), pero tras su fin hay algo que se oculta —y no nos referimos al bigote de época—. ¿Amor, dinero o poder? ¿Qué es lo que puede desear la sociedad madrileña en plena posguerra? Sólo quedan ocho capítulos para conocer el desenlace; así que le guste más o menos, si se decanta por esta opción en la noche de los martes, no tardará mucho en desvelar el misterio. O, al menos, se entretendrá admirando las localizaciones en las que fue rodada La sonata del silencio, una serie donde lo que menos hay es eso, silencio.

Miriam Puelles

Dicen que nací con un mando a distancia bajo el brazo, pero ni así pude evitar ver a Leticia Sabater hacer flexiones por televisión. Sin embargo, no todo fue malo. Aprendí a imitar a Lina Morgan, me creí un genio de lámpara con Paz Padilla, cantaba “*furor furor nana nana nanara*” a todas horas y siempre quise participar en ‘Soy el que más sabe de TV del mundo’. Tal vez por ello ahora me dedico a escribir sobre mi adorada pequeña pantalla. Y, tal vez por eso, hice de ello mi modo de vida.

¿Algo que añadir? ¡Déjanos un comentario!

DESTACADOS

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Top