Tras colgar el cartel de «entradas agotadas» en ciudades como Barcelona, era el turno de Madrid. La céntrica sala Joy Eslava se llenaba en una noche en la que el catalán pondría en pie a todo el público y sorprendería con unos invitados de lujo. Con esa alegría que le caracteriza y afirmando lo especial que era para él la ciudad, Nil Moliner iba a vivir un show que sería difícil de olvidar.
Pocos minutos pasaban de las 21h cuando los primeros acordes de Sale el sol marcaban el inicio de un concierto que estaría lleno de sorpresas. Unos seguidores más que entregados y con las letras bien aprendidas coreaban los temas más conocidos del barcelonés. A pesar de que la mayoría de los allí presentes ya conocían cuáles iban a ser los éxitos interpretados, el cantante también quiso presentar alguna de sus nuevas composiciones.
«Quiero que los sueños que quedan por nacer se cumplan poco a poco al 100%». Así sonaba una de esas nuevas letras que, como él mismo afirmaba, algún día verían la luz. Después de poner a saltar a todo el mundo llegaba uno de esos momentos íntimos con Soldadito de Hierro, donde tan solo necesitó una guitarra y su voz para poner el vello de punta a los asistentes.
Las sorpresas iban a llegar y tras canciones como Sin tu piel, entre otras, el primer invitado iba a hacer acto de presencia. Asumiendo aún el éxito de su nuevo single y emocionado por compartir noche con su amigo, Roi Méndez cogía su guitarra para cantar mano a mano con Nil su nuevo sencillo Plumas. Entre risas y mucha compenetración entre ambos llegaba uno de los momentos más conmovedores.
Roi no sería el único extriunfito que compartiría escenario con el de Sant Feliu y es que, ante la atónita mirada de todos, Natalia Lacunza cogía el micrófono para acompañar a Nil en otro de sus temas. A pesar de que con ambos ya parecía que las sorpresas habían terminado, llegaba la hora en la que los fans serían los protagonistas y es que, aunque Bely Basarte es insustituible, Nil no podía dejar escapar la oportunidad de subir a una de las asistentes a cantar con él parte de Esperando.
Dicen que la mayoría de los artistas se dan a conocer interpretando composiciones de otros y así fue como fueron también los comienzos de Nil. Por ello no quiso desaprovechar la oportunidad de volver a esos inicios y acompañado de su teclado quiso emocionar a todos con un cover de Vi de Pablo López.
El final estaba llegando y para sorpresa de todos, después de dedicar Que nos sigan las luces a su amigo Alfred deseándole un feliz cumpleaños en la distancia, Roi, Natalia y Raúl Gómez volvían para bailar La Tierra del Olvido de Carlos Vives. Al ritmo de los tambores y con una sala entregada, todos los artistas regalaban uno de los instantes más especiales la noche. Posterior a este tema y deseando que el espectáculo no terminase, llegó el turno de decir adiós definitivamente… o no.
Con un público más que volcado, y a pesar de que parecía que todo terminaba, el catalán volvía a salir para divertirse con Hijos de la tierra y El despertar. El show llegaba a su fin recordando una de las canciones que ya habían sido banda sonora del concierto. Esperando que fuese una noche inolvidable, Nil Moliner sumaba esta fecha a su lista de sueños cumplidos.
¿Algo que añadir? ¡Déjanos un comentario!