[CRÓNICA] Pablo Alborán deja huella en su primer concierto en la arena de Las Ventas

Lluvia.

Ni el frio ni la lluvia que inundaron Madrid ayer impidieron que la gente que llevaba días haciendo cola para el concierto de Las Ventas se marchara, ni mucho menos hizo que Pablo Alborán decidiese en último momento suspender el evento que tanta ilusión le hacía.

Hacia las 21h entramos al ruedo con el resto del público, que ya empezaban a amontonarse frente al escenario. Ante unas leves gotas de lluvia entré a Las Ventas y no pude evitar quedar embobado ante lo que veían mis ojos: las gradas estaban casi llenas y producían en mí una sensación increíble. No me imagino qué sintió Pablo (y, en general, muchos artistas) cuando vio un casi pleno de gente.

Tuve una hora para situarme, seguir flipando con la cantidad de personas que había en las gradas y viendo como éstas estaban dispuestas a pasarlo en grande. Una plataforma central albergaba unas cinco o seis cámaras de televisión que iban a grabar parte del espectáculo que venía ya de camino. En un momento empezó la gente a gritar y pensé: ¿Ha salido ya Pablo al escenario y no me he enterado? Ni mucho menos: una de las cámaras de Tv estaba grabando las gradas momentos antes de que el concierto empezase.

A las 22.03h las luces se vuelven cada vez más tenues hasta que nos quedamos a oscuras. Esquivo los gritos de la gente para oír lo que es el sonido ambiental de un vídeo que comienza. Un escenario con una pantalla enorme en el centro y otras más pequeñas a los lados se iluminan y se lee Terral en el centro. Imágenes de agua, viento, arena, bosques y desiertos y comienza a sonar la batería.

Entre ovaciones sale Pablo al escenario con el primer tema, Está permitido. En medio de la canción saludó a la ciudad en la que la lluvia había dejado paso a la música. En La escalera se vio claramente que Pablo gusta mucho a «su familia», como él siempre llama cariñosamente a sus seguidores, ya que por poco que se moviese a los lados del escenario, el griterío era ensordecedor. Al acabar, Pablo agradeció a la gente que había hecho cola pese al mal tiempo y que esperaba que todos los presentes se lo pasaran genial.

Si algo me gustó fue que el concierto estaba bastante cuidado. Las luces, los continuos vídeos de fondo y la sincronización estaba medida al milímetro. En Pasos de cero la pantalla acompañaba cada golpe de música que se producía y Pablo, desatando gritos entre el público, comenzó a mover la cintura al ritmo. Al acabar todo se vuelve oscuro y aparece una imagen del vocalista con una guitarra en mano con focos alumbrando desde la espalda (muy al estilo Beyoncé).

Todo apuntaba que ese instrumento jugaría un papel importante en la siguiente canción, pero no. Ecos comenzó a sonar a piano siguiéndole Recuérdame, protagonista del reciente videoclip que estrenó hace poco. Una nueva ovación al cantante dio paso a Quimera y Un buen amor, ahora sí tocadas a guitarra y con un solo de trompeta entre medias.

«La siguiente canción habla de lo que tienes y que te das cuenta de ello una vez que lo has perdido». Así definió Alborán Desencuentro, creando un momento muy bonito y cercano en el que el malagueño sintió cada palabra de la letra. Tras Cuando te alejas empezó a tocar el cajón acompañado de un miembro de la banda, creando una especie de lucha entre ambos. Entre Miedo y El olvido Pablo pidió que todos los presentes alzasen los brazos y se moviesen al unísono, quedando toda la plaza de Las Ventas con las luces encendidas.

Acompañado esta vez del pianista y otros tres guitarristas sonó El beso y Perdóname, causando de nuevo gritos la segunda de ellas. Le siguieron Te he echado de menos y Ahogándome en tu adiós de nuevo con un solo de trompeta entre ellas. Caramelo fue el inicio del movimiento a pesar de estar tocando a su vez la guitarra, y el público estaba entregado bailando tanto en pista como en las gradas.

Con la siguiente canción la gente se volcó de nuevo. He de confesar que es mi canción favorita de Pablo Alborán, y lo viví con una emoción distinta. Todo el mundo cantó a capella el estribillo de Quién, creando una atmósfera que propiciaba que el vello se erizase. Tras esto sonó Gracias.

«Nos preguntamos a menudo dónde está el amor. Sé que hay mucha gente dispuesta a querer y cuidar de los demás. Yo me siento muy cuidado aquí, Madrid». Así presentó el siguiente tema, Dónde está el amor, arrodillado ante la multitud. Tras ello le siguió Éxtasis, creando un contraste muy fuerte al pasar de lo íntimo a la pasión y el deseo, y es que Pablo tiene conquistados a todos sus seguidores. Esto se vio reflejado en la letra, cuando en «Ardor que fue bajando hasta el cinturón que tú desabrochaste sin ningún pudor» Pablo bajó sus manos de pecho a cinturón y se remangó la camiseta. El furor de la gente se hizo notar como era de esperar, y en los coros la gente empezó a saltar y bailar.

Después de Volver a empezar se despidió y agradeció al público su asistencia y al equipo por todo su trabajo. Pablo se fue del escenario y, aunque ya sabemos que faltaba el bis, la gente coreó otra, otra. A su vuelta, cantó a la guitarra Solamente tú, volviéndose Las Ventas en un espacio precioso: todo a oscuras, con un foco apuntando al vocalista y, en las gradas, algunas personas portando una luz aleatoria entre ellos a modo de farolillo. Una imagen que desde la pista era demasiado bonita.

Este ambiente siguió cuando cantó Por fin y Despídete, bailando de nuevo todo el mundo para cerrar el concierto en condiciones. Para acabar por todo lo alto, Pablo echó otra batalla a los tambores y cantó Vívela, dejando al público con ganas de más y con una energía digna de bailar toda la noche. Ni el frío que hacía a esas horas pudo evitar que la gente se moviese y ovacionase como se mereció a Alborán.

En conclusión, fue un concierto digno de alabar. No había disfrutado de Pablo Alborán en directo nunca, y me esperaba a un chico con su guitarra sentado en un taburete y cantando canciones preciosas. En cambio lo que me encontré fue energía, sentimiento y buen ambiente, acompañado de una iluminación y vídeos que muestran todo el trabajo que hay por detrás de un evento similar. Como voz Pablo un diez, lo que me dejó con ganas de coincidir nuevamente en un futuro con él y «su familia».

 Yo volveré en breve, mientras tanto ya sabéis qué hacer… ¡Sonreíd!

¡Hasta pronto! ^^

Fotografías: Víctor Navas
Agradecimientos: Warner Music y Getin

Raúl Núñez

Diseñador Gráfico, Seriéfilo y Gamer en Youtube. No concibo una vida sin música, por ello canto y compongo.

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