Comenzaron casi por casualidad y ahora, varios años después, acaban de lanzar su primer disco al mercado. Belize es más que un grupo: son una formación abierta que no entiende de etiquetas ni límites. Su proyecto, cuidado hasta el detalle, da buena muestra de la personalidad que desprende cada acorde de sus temas.
Charlamos con ellos para descubrir cada hilo de este tapiz llamado Belize y aprender que en la música hay vida más allá de lo estrictamente comercial.
TITULARES
«Nosotros no queremos etiquetas, pero las buscamos en los demás»
«Belize es un disco honesto»
«La música es a veces un oasis, a veces un pozo y a veces una droga»
«Nos gustaría acompañar los momentos felices de la vida del que nos escuche»
«En el futuro no nos gustaría repetir fórmula, aunque sí mantener la esencia»
P. Tras dos años de trabajo, al fin ha salido a la venta vuestro primer álbum. ¿Qué sentisteis al tenerlo por primera vez en las manos? ¿Cómo está siendo la acogida?
Satisfechos, con la sensación de haber cumplido uno de nuestros propósitos vitales, de haber alcanzado una meta.
Estamos teniendo una acogida muy positiva por parte de los oyentes, los medios también parecen apreciarlo, con lo cual esa satisfacción es doble.
P. Elegisteis el nombre del grupo después de componer los primeros temas, en un intento por unificar lo que éstos os transmitían con lo que queríais transmitir con vuestro nombre. Como palabra y como grupo, ¿qué es lo que transmite Belize?
Belize es un mundo imaginario que hemos intentado crear a través de las texturas e imágenes que hemos imprimido tanto en nuestros vídeos como en nuestras canciones. Un mundo en el que puedes refugiarte de las prisas y los agobios del mundo real.
P. ¿Y cómo definiríais el conjunto de este viaje en forma de disco con nombre homónimo?
El nombre homónimo nos venía perfecto porque condensamos la esencia de Belize en este disco. Es un viaje largo, con altibajos, pero que despeja la mente.
P. “Stab my heart” es la canción con la que presentáis este trabajo. Un tema con un sonido optimista que transporta a esas puestas de sol de verano que compartes con amigos. ¿Por qué escoger un tema así para ser single en otoño?
Era el tema que habíamos reservado para publicar como single a la vez que el lanzamiento del disco porque nos pareció que funcionaría y que gustaría a la gente, que actuaría en cierta manera como un gancho para que la gente se decida a escuchar un disco completo. También el otoño es una época bonita y agradable del año, sobre todo el principio, cuando todavía hace bueno, quizás a algunos les alargue un poco más el verano.
P. Todos los temas que habéis lanzado a lo largo de estos años han contado con una estética visual muy definida en sus portadas, y la de vuestro disco debut no iba a ser menos. ¿Qué intentáis comunicar a la gente con cada dibujo?
Creemos que la imagen, tanto en vídeo como en foto e ilustraciones es hoy en día casi tan importante como la música, además nos ayuda a dar pistas sobre lo que queremos transmitir en las canciones. Siempre hemos tratado de cuidar mucho este aspecto porque creemos más en la calidad que en la cantidad.
P. ¿Por qué el perfil de la cabeza de una mujer para ilustrar el disco?
El perfil de la portada hace referencia a dos conceptos. El primero es el canción bien definida, el segundo es el de el lado racional de cada persona, el que más vueltas da a las cosas, el más perfeccionista y preciso.
P. ¿La amalgama de colores y formas que se incluyen dentro del dibujo de la portada del álbum es una referencia a la riqueza de matices que tiene vuestra música?
Efectivamente, así como antes te decía que el perfil bien definido hace referencia a canciones con estructura clara y concisa, esa amalgama de colores hace referencia al gran número de detalles y capas sonoras que existen dentro de cada canción. Más importante que esto último es que toda esa locura ilustrativa representa la parte mental más lanzada y optimista, el caos interno de cada uno.
P. Se os cataloga como un grupo pop con tintes de electrónica tropical, pero la verdad es que en vuestras entrevistas da la sensación de que rehuís de cualquier etiqueta. ¿Por qué creéis que hay esa necesidad de encorsetar la música?
Es más fácil afrontar y comprender un trabajo desconocido si le aplicas etiquetas. Nosotros somos los primeros en no quererlas para nosotros pero buscarlas en los demás.
P. ¿En algún momento os habéis sentido presionados por tener que identificaros con un estilo? ¿Habéis sentido coartada, aunque fuera inconscientemente, vuestra libertad creativa?
Realmente no, sabemos que somos un grupo pop y nos parece un género increíble, sólo hemos querido dar nuestra visión o nuestra interpretación de un género tan vasto. Siempre hemos hecho lo que queríamos y creemos que es un disco honesto.
P. Hablando de libertad creativa, las letras de vuestras canciones son como un diálogo entre la parte racional y la parte emocional del cerebro. ¿Hay algún patrón para escribirlas? ¿Surgió así desde el principio o fue una idea que habéis desarrollado adrede?
Surgió en cierta manera por la manera de componer de Ángel, en su casa, siempre a lado de su hermana, en vez de decidir cantar lo mismo a coro, probaban a contestarse, a replicarse. Así nació ‘Egos’, y nos gustó el resultado, el resto de las canciones salieron después, y no todas usan la misma fórmula, pero si que es cierto que está presente en otros temas.
P. Todo en vuestro disco se nota cuidado y perfilado al detalle, redondeando un trabajo que no suena a primer álbum en ningún acorde. ¿Tenéis algún tipo de formación musical o esta capacidad artística es innata?
Echando la vista atrás y viendo trabajos anteriores con otras bandas sí que vemos una evolución clara y una maduración musical. Siempre pasa por tocar, escuchar y estudiar mucha música.
P. En el sentido más puro de la palabra, ¿qué es para vosotros la música?
A veces un oasis, a veces un pozo, a veces una droga, depende lo que escuches y en que momento emocional.
P. Y concibiendo así la música, ¿de qué momentos os gustaría que Belize fuera banda sonora?
De los de relajación, evasión y tranquilidad. Nos gustaría acompañar los momentos felices de la vida del que nos escuche, o si no mejorar los que no lo son tanto.
P. En los comienzos, el grupo lo integrabais tres personas. Actualmente sois seis y os definís como una formación abierta. ¿Qué significa exactamente eso?
Es muy difícil a nivel práctico contar con seis personas, siete en directo para trabajar con la intensidad que requiere un trabajo como este. No pedimos a nadie un compromiso total y absoluto, además estamos en una edad en la que algunos de nosotros están entrando en el mercado laboral y de una semana para otra tiene que estar trabajando en otro país o ciudad. No queremos que ninguno de nuestros miembros renuncie a tener un desarrollo profesional pleno, cada uno aporta lo que su tiempo permite.
P. A la hora de crear, ¿cómo se trabaja entre tantas personas? ¿Qué aporta cada uno a Belize?
La composición corre casi al cien por cien por parte de Ángel Fuertes, otros aportamos más en temas de producción o grabación. Es difícil ponerse de acuerdo entre tanta gente, por eso sabemos quien tiene la dirección creativa en ese aspecto en ultima instancia.
P. Ya habéis comenzado a presentar este trabajo en directo y estaréis así durante todo el otoño, ya que además formáis parte del 2º Ciclo de Artistas en Ruta de la AIE. ¿Cómo están siendo estas primeras tomas de contacto con el público?
Muy buenas, de momento sólo hemos tocado en tiendas de discos y pequeños eventos en formato acústico después del lanzamiento del disco. La gente sonríe mucho aunque pocos se arrancan a cantar quizás por el formato más íntimo que hemos elegido para la presentación.
P. ¿Qué es lo más importante para vosotros en un directo?
Eliminar la barrera que existe entre el público y los músicos. Disfrutar y transmitir ese sentimiento a la gente. En segundo plano queremos que los conciertos tengan una calidad técnica que haga justicia a las canciones.
P. Para terminar, sabemos que tenéis influencias de la electrónica francesa y también de otros artistas como Rodrigo Amarante o grupos míticos como Pink Floyd pero, ¿podría Belize sorprendernos más adelante explorando sonidos alejados al actual u os sentiríais fuera de contexto?
No nos gustaría repetir fórmula, aunque sí mantener la esencia. Todavía nos queda mucho trabajo con este material que acabamos de publicar y ya llegarán nuevas experiencias que nos inspiren a crear mucha más música.
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Comunicadora, fotógrafa y videógrafa. Me embarqué en YourWay Magazine para vivir desde dentro lo que siempre había seguido desde fuera. Fuente inagotable de conversación sobre cine, música, televisión y Eurovisión. Tan rara como cualquiera.
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