Su carrera ha transcurrido en el teatro, en la televisión y sobre todo en los musicales. El cine, aunque como él mismo admite «no es en lo que más he participado», ha llevado a Miquel Fernández a Madrid para promocionar la película Vulcania, ciencia ficción española en la que él tiene el rol protagonista.
Sentado entre las butacas espera a que me coloque y saque la grabadora, mientras consulta el móvil. La mañana ha sido un no parar de flashes y de entrevistas, pero se muestra encantado a hablar de su participación en este proyecto atípico en el cine español.
P. ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en una producción de ciencia ficción española?
Es cierto que es una peli muy arriesgada porque es difícil ver pelis de ciencia ficción españolas y con un ritmo tan pausado y tan tranquilo. A nivel personal, estás haciendo un personaje más y te metes en la historia y te la acabas creyendo e intentas que forme parte del personaje.
P. De hecho, tu personaje, Jonás, no es quizás el más «misterioso», pero si el más fantástico con esos poderes muestra, dignos de un X-Men.
Si, lo que pasa es que si hiciésemos un flashforward y nos ponemos diez años después pues él seguramente hubiera jugado más con esos poderes y hubiese sido un auténtico X-Men (risas). Pero yo lo enfoque de una manera mala, o sea, cuando el realmente se da cuenta de que puede hacer cosas, mover los objetos metálicos, era como una maldición, algo horrible que le pasaba y que nadie más podía saberlo. El empieza a usarlo cuando realmente piensa que puede ser útil para algo, pero no da tiempo a que se vea una gran utilización del poder, se ve obligado a usarlos.
P. ¿Qué fue lo que más tuviste que trabajar de Jonás? Porque se intuyen varias facetas del personaje
Hay tres cosas, el Jonás de antes del accidente, que no se ve, pero se puede intuir. Era un habitante modelo, un tío fuerte, trabajador, que tenía una mujer y un hijo, es decir, un ejemplo para la sociedad en la que vivía. Luego está el Jonás donde empieza la película, un hombre atormentado, que no tiene nada que perder, que es una especie de autómata que está totalmente ensimismado y que no habla con nadie ni quiere relacionarse con nadie. Por último está un Jonás que descubre otra vez que empieza a poder parecerse al del principio, pero con un matiz muy importante, que es que ya no se creé la mentira que está viviendo.
P. Una de las cosas que llama la atención es el tiempo que tu personaje se queda mirando al horizonte, hacia esos paisajes. ¿Te cautivaron de la misma manera que a Jonás?
La verdad es que estábamos en un sitio fantástico. Hacía un frío brutal, aunque era casi verano, y nos ayudó a meternos en ese ambiente. Todo el equipo estuvimos tres semanas allí rodando en ese paraje y era muy curioso ver que había muchos pueblos que estaban prácticamente abandonado, solo vivían siete personas.
P. En el plantel de la película estáis actores y actrices de lujo como José Sacristán, Ginés García y Silvia Abril entre otros. ¿Se vio mucho interés por participar en un film de ficción español?
Yo creo que sí. Les llegaba el guion y querían hacerlo, incluso aunque fuesen pequeños papeles. De hecho Ginés siempre cuenta una anécdota, él estaba en Murcia y ni podía bajar y entonces José se fue a Murcia a ver a Ginés y le dijo que quería que participase en la película. Gracias a que José fue y se interesó por él, que era como se hacía en las películas antes, se conocieron y Ginés le dijo que sí.
P. ¿Qué es lo que te llamo la atención a ti para participar en la película?
Me parecía una historia interesante. He hecho poco cine, pero cuando te llega una historia así pues realmente te apetece hacerlo porque es algo diferente y a mí me gusta. Me llegó este guion, hice la entrevista y al final decidieron cogerme a mí.
P. Eres un intérprete polifacético, has hecho cine, televisión, teatro, musicales… ¿Cuál es la que más te ha marcado?
Hay varias cosas, la que más me ha marcado son mis casi doce años en los musicales. Pero si me tengo que quedar con una es con televisión y con cine. Me quedo con televisión cuando hay tiempo y de hacer las cosas tranquilamente, y me quedo con el cine porque la televisión hoy en día se hace como el cine, con lo cual es lo más parecido al cine y para mí el cine es una forma de expresión maravillosa.
Es de los actores más jóvenes del elenco de la película Vulcania, pero no por ello el menos experimentado. Jaime Olías llegó a la televisión hace seis años con Ángel o demonio, y desde ese momento su carrera no ha dejado de crecer.
En Vulcania su interpretación es casi un cameo, pero él se lo toma como un profesional y admite que su trabajo es «hacer mío al personaje», algo que consigue con una sola frase en los 90 minutos de película.
P. Tu papel en la película es el de Alex, un papel con poca presencia en pantalla, pero que siempre está presente en la película.
Al principio cuando leí la primera versión del guion el personaje tenía un peso mayor, pero con el tiempo cuando José nos fue aclarando como iba a ir la película el personaje se convirtió en algo pequeño, y al final en una aparición en la película. Pero el personaje sigue teniendo ese peso y formando parte de la premisa, que lo que más me gustaba es que el personaje siguiese presente en la película.
P. ¿Te hubiese gustado tener más minutos de rodaje?
Me hubiese gustado tener más papel en la película, siempre es algo que te gusta, pero quería que el personaje fuese mío aunque fuese solo con una frase.
P. Debido a tu breve aparición en Vulcania sabemos poco de tu personaje. ¿Cuáles son las motivaciones que le mueven en la película?
Estas distopías nos dejan contar temas que ya hemos contado muchas veces de manera muy distintas. Por ejemplo una distopia sobre el amor, ya hemos contado mil veces historias de amor y al fin y al cabo se convierten en el gordo y el flaco con tensión sexual. Una distopía con una base de amor te cuenta una historia de amor con una premisa que cambia nuestros conceptos, y en el caso de Vulcania la premisa es la búsqueda de la verdad, un tema que se ha contado muchas veces, y que sirve de motivación a mi personaje.
P. Esa distopía, era fácil de crear con esos escenarios, y tu personaje concretamente sale en una cueva. ¿Cómo fue la grabación de esas escenas?
Creo que era una cueva de sal, no recuerdo muy bien, pero era alucinante. Además, yo que soy claustrofóbico a más no poder no tenía ninguna sensación de claustrofobia. Cuando me iba a meter estaba algo nervioso, pero cuando veías las galerías enormes era estupendo. Veías la iluminación, como chocaba contra los diferentes minerales de la cueva y creaba una estética alucinante.
P. Hablando un poco de tu carrera, hace ya seis años que debutaste con ‘Ángel o demonio’ en la pequeña pantalla. ¿Cómo te ha cambiado la vida de actor desde entonces?
La vida te cambia cuando empiezas a trabajar. Recuerdo cuando era pequeño y le decía a mi madre que quiero trabajar en el cine, la televisión, quiero ser actor, y lo tenía muy claro. Sabía que quería entrar en ello, y sabía que te cambiaba la vida pero llevaba toda la vida preparándome para ello.
P. ¿Qué te decía tu madre cuando le dijiste la primera vez que querías ser actor?
Mis padres siempre se portaron súper bien conmigo en cuanto a lo que yo quería. Estuvieron siempre de acuerdo y me apoyaron. Recuerdo que cuando cumplí 18 mi madre me dijo que si quería ser actor estupendo, pero que me sacase una carrera y le dije que lo que más se parece, comunicación audiovisual.
P. Estos cinco años te han llevado a trabajar con Elijah Wood, Sasha Grey en Open Windows, actores de fama internacional. ¿Cómo fue esa experiencia?
Es lejana, pero parece como de hace poco. La verdad es que fue muy grata. Nacho Vigalondo rodaba la película en España y buscaba a alguien que tuviese un look americano y recuerdo que estaba acojonado, porque era una película en inglés, rodada en España, con actores americanos y pensaba que íbamos a ser dos monos los españoles que estábamos ahí.
P. Siguiendo un poco la estela del panorama cinematográfico internacional, ¿te quedaste hasta tarde viendo los Oscar?
Que va, que va (risas). Intenté aguantar, pero me puse con mi chica en casa ver la tele y me quede roque, no aguante. Me enteré esta mañana porque mi madre me envió un whatsapp y me lo contó todo.
P. Volviendo un poco sobre tu carrera, de todos los papeles que has hecho en estos cinco años ¿cuál ha sido el que te ha marcado la diferencia?
Todos me han marcado, pero sobre todo los de las series. Son papeles que al ser un recorrido de un año entero están muy presentes dentro de ti, son lo que te marcan. Pero los del cine me han aportado mucho. Siempre intento ser una esponja cuando voy a un rodaje, pero al final todo es un aprendizaje, de todo aprendes y te llevas algo.
P. Tienes algún otro proyecto entre mano?
Algo televisivo sí, pero no puedo decir más.
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