LA HUIDA | Entrevistamos a Toño y Robert, una de las parejas finalistas

toñoyrobert

Llevan más de veintiséis días en paradero desconocido y en busca y captura por la policía. Son Toño y Rober, finalistas del programa La Huida del canal #0 de Movistar+, un reality donde los concursantes deben permanecer ocultos durante veintiocho días mientras un equipo especializado de la policía intenta darles caza utilizando todas las herramientas a su disposición.

Toño Obrador (36, Alicante) y Robert Vidal (39, Valencia)
Son como el agua y el aceite. Toño se enfunda cada día en su corbata para trabajar en una multinacional japonesa, orgulloso de haber construido una familia con su mujer y un hijo de 2 años, es una persona noble, sociable y no tolera las faltas de respeto o las injusticias. Robert es un vividor, le encanta exhibir su cuerpo completamente tatuado, es extrovertido e independiente, no se ata a nada ni a nadie, se considera un amante de la vida y siempre está preparado para nuevas experiencias. La sed de aventuras de Toño y las ganas de vivir de Robert harán que se unan en esta odisea. ¿Conseguirán superarse a sí mismos sobrepasando los límites dentro de La Huida?

El desenlace de la fuga llega este domingo a las 21.30h. Mientras descontamos los minutos para saber si finalmente estamos tan controlados como parece o hay formas de pasar desapercibido, charlamos con los fugitivos más aventureros de la edición y nos cuentan cómo ha sido esta experiencia.


P. Creo que prácticamente todos los que hemos visto La Huida hemos imaginado cómo sería ser uno de los fugitivos y vivir algo así. Vosotros que habéis tenido esa oportunidad, ¿cómo ha sido la experiencia?

Toño: Para mí ha sido una experiencia brutal y vital que me acompañará el resto de mi vida. Ha sido el desafío más impactante al que me he enfrentado.

Robert: Para mí ha sido una experiencia más, no ha sido un reto de superación ni me ha supuesto un esfuerzo físico. Ha estado bien pero tampoco me ha puesto en mis límites, para qué te voy a mentir. En mi vida me he encontrado con situaciones mucho más complicadas, pero aun así me ha encantado hacerla por mi compañero y por todo lo que hemos vivido.

P. Teníais una estrategia muy definida que consistía en una primera parte con cómplices y luego otra mitad más improvisada y más a la aventura. ¿Por qué decidisteis hacerlo así?

Toño: Antes de nada, que quede claro que Roberto y yo éramos desconocidos y que simplemente estuvimos juntos tres o cuatro horas antes de empezar el reto. En esas horas, aparte de conocernos, decidimos lo primero: norte o sur. Lo más difícil para nosotros sería lo más difícil para los cazadores, así que nos fuimos al norte.

Después diseñamos los quince primeros días: dónde queríamos empezar cada uno y dónde queríamos dormir, y te aseguro que se cumplieron todos. ¿Cuál era la estrategia? No llevar teléfono, no llevar DNI y utilizar cómplices sólo al principio para llegar lo más frescos posibles y con el mayor dinero posible a los últimos días. También te diré que la mayor estrategia fue la actitud y la mentalidad. No nos habrás visto llorar porque teníamos que dormir en la calle. De hecho, no se ve, pero hemos estado catorce días durmiendo en la calle, en el suelo.

P. Me habéis dicho que no os llevasteis teléfono. ¿Nunca tuvisteis intención de contactar con vuestra familia?

Toño: Yo con mi familia no contacté ningún día. Tengo un hijo de dos años y no supe de él en toda la huida porque tenía claro que no iba a sucumbir a coger un teléfono ni a dar el DNI en un hotel. Nosotros fugitivos cien por cien de actitud y de mentalidad.

Robert: Para que te hagas una idea de lo convencidos que estábamos de a lo que íbamos, yo me fui a La Huida dejando a mi padre en el hospital con un infarto y me hubiera encantado llamarlo, pero no lo hice.

Toño: Para nosotros la esencia de La Huida es una. Y los fugitivos que se identifican con esa esencia somos nosotros.

Robert: Yo me partí el brazo el primer día durmiendo en el suelo, me lo machaqué y no podía levantarlo, pero me daba igual. Hemos pasado hipotermia, hemos estado secándonos con un camping gas durante toda una noche… Dejémonos de rollos: si tú vas a vivir una experiencia es una cosa, si vas a vivir una gymkana con tus amigos es otra.

P. ¿Os sorprendió llegar a la final o era algo que entraba en vuestros planes?

Toño: Yo sabía que íbamos a llegar lejos desde el primer momento, más que nada porque soy un tío muy competitivo y muy luchador. No me sorprende ver que hemos llegado al último día.

Robert: Desde que se nos planteó La Huida íbamos con mentalidad ganadora. Yo soy así en mi vida y allí no fui ni a hacer amigos ni a quejarme, fui a ganar.

P. A pesar de lo preparados psicológica y físicamente que íbais, imagino que habrá habido momentos muy duros. ¿Qué ha sido lo peor de hacer La Huida?

Toño: Fíjate que hemos pateado bastante. Ha habido etapas de treinta kilómetros subiendo a 1500m de altura con nieve y veinte kilos a la espalda, que cada día pesan más, pero para mí lo más duro han sido las noches porque es cuando le das más vueltas a la cabeza. Se hacen muy largas.

Robert: Yo a mi familia la llevaba en mi corazón pero no en mi cabeza, porque si la llevaba en mi cabeza tenía problemas. Para mí también las noches han sido lo más duro, pero no por pensar, sino por el frío. Y a todo esto, Toño llevaba un saco de montaña —y aun así pasaba frío— pero es que yo llevaba un saco playero de treinta euros del Decathlon (risas).

Toño: Como dato, llegamos a estar a -10º en las escaleras de una iglesia en Carrión de los Condes.

Robert: Esa noche recuerdo que estábamos durmiendo pegados y no veía a Toño de la densidad de la niebla que había. Nos tuvimos que levantar a las cuatro de la mañana porque era imposible dormir del frío hipotérmico que teníamos.

P. Yendo de lo peor a lo mejor… ¿Qué momento es ese del que no os vais a olvidar nunca?

Toño: La noche más especial para mí fue la de la Ermita de San Roque, en Lastres. Había unas vistas brutales tanto al anochecer como al amanecer y fue de lo más bonito que he vivido.

Robert: A mí lo que más me conmovió, y que cuando lo vi en el programa se me saltaron las lágrimas, fue cuando subimos al puerto y chillamos «hunted» y nos abrazamos. Sólo quien lo ha vivido sabe lo que tuvimos que hacer para subir ahí y el significado que tiene.

P. Una vez que llegáis al día veintiséis de huida y os entregan ese sobre que implica que estáis en la final y solo queda un destino al que llegar, eso sí, en veintinueve horas, ¿qué sentís?

Robert: Cuando nos dieron el sobre fue un momento de decir: «lo hemos conseguido». Después de empezar siendo desconocidos, de todo lo que hemos vivido… fue una alegría. Fue muy emocionante.

Toño: Yo te puedo decir que estuve todo ese tiempo con la piel de gallina y emocionado. Aparte, se nos ve reírnos cuando nos dan el sobre porque salían nuestras fotos de presidiarios con unos caretos que no nos reconocíamos ni nosotros (risas).

Robert: ¿Cómo iban a encontrarnos si no nos reconocíamos ni nosotros con esas pintas? (risas).

P. Hasta que no se ha emitido el programa no habéis podido conocer a las otras parejas fugitivas y ver su concurso. Centrándonos en la otra pareja finalista, Marta y Mónica, ¿qué os ha parecido su fuga?

Robert: Me ha parecido que ellas, sin saber adónde iban, por lo menos han estado jugando, pero a mí como espectador ver que siempre coges un coche y otro y otro… Esperábamos encontrar gente que fuera más al límite, pero hay perfiles de todo tipo. Comparado con otros compañeros no te voy a decir que no lo han hecho bien, pero comparado con nosotros y nuestra actitud… Nosotros estábamos hechos de otra pasta y fuimos a otra cosa.

Toño: Yo no voy a entrar a valorar a nadie porque he formado parte de ello y prefiero no opinar. Si fuese espectador sí que te diría bastantes cosas interesantes, pero no quiero entrar a valorar al resto de participantes que para mí no son compañeros. Mi compañero ha sido Roberto, los demás están ahí para el espectador, no para mí.

Si tuviera que elegir a una pareja me quedaría con Toño y Robert, esos sí que me caen bien, me gustan y saben lo que es la esencia de La Huida. Para esconderse debajo de bolsas que se vayan a Hermano Mayor, a ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o a ese tipo de programas.

Robert: Para mí es una pena que hayamos aparecido en el capítulo cinco, porque es mes y pico emitiéndose La Huida y la gente empatiza con los que llevan saliendo desde el principio y luego salimos nosotros y dicen: «¿esos quiénes son?»

P. ¿Y qué opináis del perfil que trazaron de vosotros los policías y psicólogos de la central?

Robert: A nosotros nos sacaron que éramos vigoréxicos, narcisistas… Y no acertó ni una.

Toño: Al margen de lo que pase en el desenlace, pienso que nos han subestimado, y cuando alguien te subestima pierde la perspectiva. Siempre los ves diciendo «quien ríe el último ríe mejor», «están muy nerviosos, los cogeremos» y a día de hoy los hemos llevado de culo, aunque ellos se quieran justificar.

Robert: De hecho, cuando salimos nosotros en el capítulo cinco fue cuando empezaron a descolocarse, mientras tanto… Yo soy cazador y también cojo a los demás que han cogido. Habría que haber visto a siete como nosotros, a ver a cuántos cogen. Han ido cazando al que lleva los móviles en el bolsillo, al otro que va a ver a sus hijos…

Toño: Es de traca. Se lo han puesto muy fácil. Me preguntabas antes por los demás compañeros; pues ahí tienes la respuesta.

P. Para terminar, ¿qué balance hacéis de esta experiencia? ¿La recomendaríais para aquellos a los que les ha picado el gusanillo de participar?

Toño: La recomendaría totalmente, no hay nada malo que La Huida te vaya a aportar, siempre vas a sacar valores positivos de todo.

Yo me siento superorgulloso de haber participado y de haberlo hecho con un compañero como Roberto, que no hubiera tenido otro mejor en mi vida. Es un recuerdo muy bonito, algo que me va a marcar para siempre. La volvería a hacer el mes que viene.

Robert: Es cien por cien recomendable. Para mí vivirla con Toño ha sido una maravilla y hemos tenido momentos más duros y otros más bonitos y distendidos, pero no volvería a hacerla.

Agradecimientos: Shine Iberia y Movistar+

Rocío Muñoz

Comunicadora, fotógrafa y videógrafa. Me embarqué en YourWay Magazine para vivir desde dentro lo que siempre había seguido desde fuera. Fuente inagotable de conversación sobre cine, música, televisión y Eurovisión. Tan rara como cualquiera.

1 Comentario

  1. Avatar
    Octavio 05/07/2017 at 22:58 -  Responder

    Un par d chulos narcisistas queda claro en la entrevista, pero aun asi lo hicieron bien, las dos piruletas dios mio, no las querria en mi asiento trasero, son capaces de harcerme llevarlas a 800 km e invitarlas a comer, jjj pero mira hasta,el final llegaron, pero mi gran duda es si los cazadores hicieron trampa, sin saber donde estaban los fugitivos, d repente un punto de extraccion, una hora, un plan de vuelo??? Y el vuelo programado de verdad? Para? Por? No se si estaban avisados desde el principio pero me parecio todo una encerrona. Para mi las dos parejas ganaron y la captura fue solo teatro

¿Algo que añadir? ¡Déjanos un comentario!

DESTACADOS

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Top