Ir al cine. Algo tan típico como inusual en nuestro país. Cada vez son menos los espectadores que se sientan en nuestras salas, ya que optan por el visionado más individual eligiendo el lugar y el tiempo en el que ver una película. A pesar de que en el 2015 se produjo un aumento en las butacas, según indican los informes de Rentrak Spain —sobre todo el último fin de semana del año— y 2016 ha empezado con buen pie, hay que retroceder hasta 2012 para observar buenas cifras de recaudación. Películas como Ocho apellidos catalanes o Atrapa la Bandera mantenían alta la taquilla el pasado año. Por su parte, Palmeras en la nieve y la última entrega de Star Wars han conseguido recaudar el 47.3% del total en 2016, pero ¿qué pasa cuando estas películas salen de cartel y volvemos a los pésimos datos?
Es obvio que la gran pantalla española se ve afectada ya que, a pesar de que algunas de nuestras películas son consumidas en el cine, los espectadores prefieren pagar por los productos de fuera, como indican las cifras del exitoso Libro de la Selva, El Renacido o Batman v Superman entre otras, y aunque Cien Años de Perdón y Kiki, el amor se hace han logrado acumular de 4 a 7 millones de recaudación en su estreno —según el informe del Ministerio de Cultura—, la ficción estadounidense supera con tan solo un film de animación lo recaudado en ambas españolas.
Puede ser que el consumo en nuestro país descienda por momentos y que la piratería y los distintos medios para disfrutar del llamado séptimo arte, aumenten debido al alto coste que tiene hoy en día ver una película en sala. Mientras que en países como EE.UU. la media de 2015 fue de 8.61 dólares (poco más de 7.5€), en España es muy extraño actualmente que por menos de 7€ nos permitan visionar un film. Cierto es que sigue siendo menos que en EE.UU. pero hay que tener en cuenta que la media de salario allí es de casi 3.000€ mientras que en España —teniendo como base la situación por la que se encuentra el país— no supera los 1.500€ en la mayoría de casos. Por este motivo, entre otros más, las recaudaciones que se producen fuera de nuestro país son mayores.
No todo son malas noticias para esta industria, ya que gracias a eventos como la exitosa Fiesta del Cine, España consigue salir a flote en lo que a espectadores se refiere. En la última Fiesta del Cine, celebrada en 2015, más de dos millones de espectadores decidieron acudir a las salas. A pesar de que en 2014 esta cifra se superó, la que fuera la novena Fiesta del Cine de nuestro país cumplió sus objetivos. Con la entrada a 2.90€ parece que la gente se anima e interesa por este consumo, y tras los registros que se consiguen aún seguimos preguntándonos el por qué no de la rebaja de este arte.
Si con la entrada a menos de 3€ llenas todas las salas de nuestro país durante tres días, ¿por qué no hacerlo durante todo el año? Seguramente, además de conseguir un mayor consumo, se fomentaría más nuestro cine. Es típico escuchar cosas como: «yo por ver cine español no pago, no merece la pena» y optar de esta manera por ficción de otros países, pero resulta curioso que las películas españolas también se registren entre las más vistas en este tipo de eventos. El próximo 9 de mayo comienza otra edición de esta Fiesta que durará hasta el miércoles 11, ¿conseguirá superar los dos millones de espectadores?
1 Comentario
Deberían de bajar los precios y promocionar mas el cine español.