La noche del jueves 16 de marzo fue épica. Taburete, la banda madrileña capitaneada por Willy Bárcenas (voz y guitarra) y Antón Carreño (guitarra y coros), se preparaban para dar su segundo concierto en Madrid. Había nervios, ya que se enfrentaban al examen más difícil de sus carreras hasta la fecha. ¿El resultado? Un excelente altísimo. Los que tuvimos la oportunidad de vivir con ellos esa noche mágica en el WiZink Center, antiguo Palacio de Deportes de Madrid, nos quedamos sin palabras, fue brutal, algo inclasificable.
Taburete ha logrado algo insólito: pasar de la noche a la mañana de cantar en salas de 30 personas a llenar un estadio con 17.000 personas, algo inimaginable y que muy pocos artistas consiguen. Toda una proeza para quien hace solo dos años no había publicado un solo disco.
Sus canciones llenas de optimismo sonaron a todo trapo. Dos horas de baile y saltos que hicieron que el suelo del Palacio de Deportes vibrara, literalmente, sin descanso alguno.
El grupo, desde que irrumpiera en la escena social en 2014 con el álbum “Tres Tequilas”, se ha convertido en el nuevo fenómeno social de la década en España y en todo un referente tanto dentro como fuera de nuestro país.
El pasado 18 de noviembre la banda lanzó “Dr. Charas”, su segundo LP, formado por nueve canciones de nuevo autoeditadas y publicadas desde la independencia. Un disco que le ha catapultado definitivamente al éxito, llegando, incluso, a los que algún día les criticaron.
Taburete montó un espectáculo brillante cuidando hasta el más mínimo detalle, una puesta en escena que hizo del show algo que recordarán toda su vida, tanto ellos como los allí presentes.
Su estilo desenfadado, rebelde y algo canalla ha llegado a nuestros corazones y nos quedan muchas jodas por vivir con ellos. Mucha suerte y hasta la próxima, chicos.
Fotografías: Beatriz Giménez
Agradecimientos: IPOPYOU
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