Medio siglo después de la publicación del libro “El cine según Hitchcock” de François Truffaut, el director Kent Jones invita a alguno de los mejores directores de nuestro tiempo a compartir sus pensamientos sobre el maestro del suspense, Alfred Hitchcock.
Lo primero que destaca del documental es el sentido homenaje que quiere hacer Jones de dos directores de dos generaciones cinematográficas diferentes, centrándose para ello en la relación que hubo entre ambos y en la serie de entrevistas que Truffaut realizó a Hitchcock y que están documentadas con fotografías, vídeos y audios de esas reuniones.
Con este objetivo en mente, Jones se sirve de opiniones de directores contemporáneos nuestros que enriquecen lo que en el libro está desarrollado. Por ejemplo, ahí escuchamos y vemos explicarse a Wes Anderson, Kiyoshi Kurosawa, Peter Bogdanovich, Arnaud Desplechin, James Gray, Olivier Assayas, Martin Scorsese, Richard Linklater, Paul Schrader y David Fincher.
Esta larga lista de reconocidos realizadores expresa y comparte con el espectador sus visiones del cine de ambos, del director de películas como Psicosis o Vertigo por un lado y siendo las obras más analizadas en la película, y de Los 400 golpes o Jules et Jim por otro.
Tanto el libro como el documental podemos calificarlos como joya incalculable. Todos sabemos y reconocemos que el cine de Hitchcock ha impactado a generaciones de espectadores, y que otro cinéfilo, Truffaut, por esa época crítico de cine de Cahiers de cinema, le preguntara por cada película, por sus intenciones, motivos, miedos en sus películas al gran maestro del suspense hacen de ambas expresiones, la escrita y la grabada, algo único.
En especial, cabe destacar que el documental pone en la mente del espectador una duda: ¿era el cine de Hitchcock un cine de autor o de entretenimiento? Una duda que perseguiría al maestro del suspense desde que se entrevistase con Truffaut, pero a la que Jones da su respuesta en los 80 minutos de metraje.
El cine de Hitchcock es cine con el sello de la autoría, un cine que superaba el cliché de cine de entretenimiento, de cine comercial, en el que estaba encasillado Hitchcock en su época. Un director de estudio y que pensaba al hacer sus películas en el público.
Lo dice Hitchcock en la entrevista: «Yo busco el cine puro, un cine que sea entendido por japoneses e indios, porque las imágenes que vean les produzcan sentimientos parejos». Esta frase denota el amor por el cine que tenía el director británico, formado en el cine mudo y por tanto más universal que el sonoro, ya que sus películas podían entenderse sin diálogo alguno y disfrutarse por todos los públicos, como fue y sigue siendo.
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