Hoy voy a comenzar el artículo hablando de una serie que me ha enamorado: HeartBeat. Una serie fresca basada en hechos reales sobre una doctora que se dedica a realizar trasplantes de corazón. Una serie poco reconocida y que encandila al público que la ve (que bien podría ser mas). Estamos acostumbrados a ver series donde la doctora o doctor es absolutamente perfecto en su vida, como mucho algún error de cuernos de vez en cuando, pero poco más. La protagonista de esta serie podríamos ser cualquiera, ya que refleja la vida normal y corriente de muchas mujeres actuales que compaginan sus vidas profesionales con los hijos, el exmarido, el novio y el antiguo novio que aparece en el presente para volvernos locas. El único pero que le he visto a la serie es que son todos demasiado jóvenes, lo que resta cierta credibilidad al argumento, al menos a mi modo de ver, porque todos sabemos los años que se tarda en terminar una carrera de medicina, y más aún en lograr algún cargo.
Por otro lado, y entrando en críticas de esas que nos gustan… ¡¡Vaya coñazo que se han vuelto algunas series!! Tenemos tres ejemplos: Dos chicas sin blanca, Scandal y Cómo defender a un asesino. Dos chicas sin blanca se ha vuelto un chicle demasiado estirado que se sigue vendiendo porque da dinero sin importar la calidad del argumento o guion. No han sabido reinventarse e incluso han llegado a reciclar personajes, lo que es sin duda una muestra de que por dinero todo vale, incluso matar una serie y a sus actores, porque cuando la ficción degenera tanto cierto es que a los actores les cuesta bastante encontrar otro proyecto. Las primeras temporadas tenían gracia, pero la última cada vez es más sin sentido. Me recuerda a la última temporada de Community.
Scandal se ha vuelto, al igual que Como defender a un asesino, en una telenovela venezolana. La protagonista se ha cansado del Presidente, cuya relación era gran parte de la chispa de la serie (por no decir el 90%). Eso sin contar el jaleo que se traen con los futuros posibles presidentes. Se ha vuelto demasiado de política y poco de escándalo, como su título anuncia. Una de las series que, personalmente, he dejado para cuando acaben las series habituales y no haya nada que ver.
Como defender a un asesino esta última ha perdido lo interesante, es decir, el defender a asesinos —aunque sea injusto— y han pasado a «yo me tiro a uno» y «tú te tiras a otro». Yo ya no sé quién está con quién, ni qué ha pasado con la protagonista y su amante porque es un despropósito tras otro convertido en fantasía del crimen perfecto que se queda en un mono con pistolas. Esta serie con una temporada extendida algo más habría tenido bastante, pero ya sabemos que el dinero y el éxito de una temporada positiva ciega a la realidad argumentativa de calidad, y es algo que pasa con muchas series. Estiradas y estiradas hasta que dejan de dar dinero.
De un lugar parecido a Invernalia, animadora sociocultural y turística de profesión, voluntaria de trinchera y 2.0 por vocación, snob seriefila y geek por diversión; a ratos humana y a ratos zombie, seriéfila a jornada completa y horario flexible. ¿Qué hago aquí? El día que lo averigüe dejaré de escribir… (en busca de la perfección).
DESTACADOS
Últimas noticias
- La obra de teatro ‘Esto podría durar y durar y durar y durar’ se estrena en Madrid
- Malú celebra su legado musical con la gira ‘A Todo Sí': 25 años sobre el escenario
- Abraham Mateo y Lali nos cuentan su experiencia como jurado de ‘Factor X’
- ZEID FEST 2024: No solo el techno, también los conciertos de Delaporte curan
- ZEID FEST 2024: No hay fronteras… ni techo para Tanxugueiras
¿Algo que añadir? ¡Déjanos un comentario!