MAREA CRÍTICA | El foro, el rey destronado de Internet

mareacriticaforos

Los foros, aquellos lugares que nos permitían conectar con personas desconocidas para comentar o tratar sobre un tema en concreto por Internet. Hace algunos años era la única forma que teníamos de comunicarnos con personas que tenían los mismos gustos que nosotros. Teníamos al círculo de amigos también, obvio, pero muchos de ellos no compartían gustos. Además, te daba un cierto anonimato que resultaba interesante, ya que podías comentar con tu vecino de enfrente y no saberlo; no había forma de saber quién era el otro de una forma directa, esto provocaba que el administrador te tenía que aceptar sí o sí, ya que no sabía quién eras en realidad. Recuerdo que lo primero que tenías que hacer era leer las normas, y después presentarte en el tema de presentaciones. Luego llegó Twitter y comenzó la personalización.

Hace cuatro años Twitter no era lo que es ahora. Antes llegabas, comentabas una serie con un hashtag y las personas seguidoras de esa serie te seguían, e incluso se llegaban a crear vínculos fuertes ya que, aunque no era para ello, durante las emisiones mantenías conversaciones con personas desconocidas que no te juzgaban más que por tus comentarios, y a los que no tenías que pedir permiso para que te aceptasen. Esto fue un punto positivo y el comienzo del cambio a la hora de comentar series o películas. Más tarde comenzaron a crearse los grupos de Facebook para comentar. Pasaron de no tener prácticamente utilidad a tener una utilidad increíble, pero ahora los administradores podían ver quien eras y te aceptaban si les daba la real gana. Válgame Dios si mandabas petición a un grupo administrado (sin que tú lo supieras) por una persona con la que te llevabas mal. Obvio te quedabas fuera —y te sigues quedando—. Durante toda esta transición los foros aún tenían su hueco, pero poco a poco la comodidad de tenerlo todo en una misma pantalla fue arrinconándolos. Tal vez comodidad o tal vez vagancia.

Buscar un foro que se mantenga actualizado, sea cual sea el tema, resulta bastante complicado. Podríamos incluso decir que nos hemos cargado el formato y la forma en la que podíamos comentar de forma anónima y con normas, sin insultos. Nos escudábamos en un perfil falso para comentar sin que se nos juzgase y sin encontrar a nuestro vecino o amigo. Ahora Twitter ya no es lo que era; tienes suerte si alguien que está comentando lo mismo que tú —que no es lo mismo que contigo— te hace RT o te da a Like. La gente comenta porque se quiere sentir leído, importante y ver cuantos retweets acumula durante la emisión, no porque quiera conocer a personas afines o porque se divierta comentando con otros su serie o programa favorito. Ya no se dan follows a desconocidos con los mismos gustos. En ese sentido Twitter ha perdido la magia que tenía, ha perdido su inocencia divina. En Facebook hemos personalizado las cosas: ahora aceptamos a quien queremos en los grupos y rechazamos a quien nos da la gana. Es cierto que la mayoría de grupos disponen de normas, pero les falta el anonimato y les falta la diversión de entrar todos los días a una página y revisar tema por tema, aunque te tirases horas; daba igual, las tenías reservadas. Ahora todo te llega por notificación, y lo que es peor: decidimos si leerlo o no. Ya no existe esa obligación, esa sensación de que si no leías algo te lo ibas a perder. Ahora decidimos si algo es aburrido o no por el número de notificaciones que nos llegan.

En definitiva y a mi modo de ver, el cual no tenéis por qué compartir, creo que nos hemos cargado un formato básico para el seguimiento de las series, películas y programas y para el ocio de muchas personas que habitan en su cuarto los fines de semana. Igual que hemos dejado que lo 2.0 deje obsoleto todo aquello que no lo es. Ahora nuestras familias, nuestros amigos, nuestros vecinos, se enteran de lo que vemos y de lo que no vemos y qué hacemos tantas horas escondidos bajo las mantas con los portátiles gracias a esa vida 2.0. Antes, cuando estábamos en foros, contestábamos «haciendo cosas, no lo entenderías» y nos quedábamos tan anchos. Ahora los que queremos seguir respondiendo eso no podemos, y cuando buscamos un foro quedamos muy vintage. Total, que las redes sociales han destronado al rey de Internet y le han mandando al exilio, a donde mandamos todo lo antiguo que pasamos de moda.

Alazne Villar

De un lugar parecido a Invernalia, animadora sociocultural y turística de profesión, voluntaria de trinchera y 2.0 por vocación, snob seriefila y geek por diversión; a ratos humana y a ratos zombie, seriéfila a jornada completa y horario flexible. ¿Qué hago aquí? El día que lo averigüe dejaré de escribir… (en busca de la perfección).

¿Algo que añadir? ¡Déjanos un comentario!

DESTACADOS

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Top