El séptimo arte sabe de buena selección y, sino, que se lo digan a algunos directores de nuestro panorama cinematográfico. Muchas actrices y actores de nuestro país fueron descubiertos por grandes directores y, desde ese momento, se convirtieron en lo que hoy en día se denomina «musa» de estos. En nuestra gran pantalla, al igual que en otros ámbitos, observamos cuándo se ha generado una buena química entre director y actor o actriz.
Uno de los directores de los que hablamos es Pedro Almodóvar. La primera actriz que fue fundamental para la carrera cinematográfica de Almodóvar, y la que consideramos primera musa del director, es Carmen Maura. La madrileña participaría en Folle…folle…fólleme en 1978, pero dos años después sería cuando el director descubriría que esta debía ser una pieza fija en sus películas. Con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón formaría un tándem junto a Pedro que terminaría con Volver en 2006, tras seis trabajos casi continuados entre ambos.
Si de algo sabe Almodóvar es de musas y en especial de trabajar con Penélope Cruz, a la que descubrió en Carne Trémula en 1997. Desde ese momento, el director impulsó la carrera de Penélope que, a día de hoy, cruza fronteras. Después de trabajar en cuatro películas junto a él, la última aparición de la actriz española en un film del aclamado director fue en 2013 con Los Amantes Pasajeros, comedia en la que también participó Blanca Suárez, otra de las actrices comunes, aunque a menor escala, en las películas de este.
No podemos olvidar tampoco lo importante que fue para Chus Lampreave este director. Fallecida el pasado año, la que consideramos una de las mejores actrices de nuestro cine ha trabajado en más de ocho ocasiones con Almodóvar. Podríamos decir que Chus era inspiración de dos directores. Tanto Pedro Almodóvar como Fernando Trueba impulsaron la carrera de esta mujer que, a sus 85, dijo adiós dejando de luto al cine español.
Si hablamos de Maribel Verdú no podemos dejar pasar a Pablo Berger, con quien, gracias a su papel en Blancanieves, consiguió el ansiado Premio Goya en 2012, además de un Fotograma de Plata y el Premio de la Unión de Actores a mejor actriz protagonista de cine junto a otros reconocimientos que la actriz logró con el trabajo realizado junto a este director.
Álex de la Iglesia, otro de nuestros directores más aclamados, también tiene actores y actrices con los que cuenta siempre que el guion lo permite. Con su último trabajo, El Bar, son nueve las ocasiones en las que Terele Pávez ha participado en sus largometrajes. Desde que en 1995 apareciera en El día de la bestia, el resto ha ido fluido. Con Balada triste de trompeta en 2010 y Las Brujas de Zugarramurdi en 2013, una de las actrices fundamentales de nuestro cine se ha ido convirtiendo con el paso de los años en numen de este director.
Los directores noveles también van eligiendo las actrices con las que quieren desarrollar su trayectoria y por ello no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar de ellos. Eduardo Casanova se estrenaba hace poco con Pieles, pero no sería la primera vez que veríamos a este joven director compartir set con algunos actores y actrices de nuestro panorama cinematográfico. Sin lugar a dudas, Ana Polvorosa es una de las mujeres indispensables en la vida y obra del director. No solo ha formado parte del elenco del primer largometraje de este, sino que, además, fue la protagonista del corto que inspiró al film.
Los actores españoles también tienen directores con los que, desde su primer trabajo, cuajaron bien. Este es el caso de Javier Cámara con Nacho G. Velilla. Desde que en 2008 coincidieran en Fuera de Carta, han repetido hasta en dos ocasiones más. En 2010 Javier Cámara protagonizaría Que se mueran los feos, y cinco años más tarde llegaría la comedia Perdiendo el Norte, en la que este participó junto a Yon González.
Fernando González Molina también tiene su «favorito» en lo que a actores se refiere: Mario Casas. Tras elegir a este para participar en Fuga de Cerebros, le ofreció el papel que daría un vuelco a su carrera. La historia que el madrileño —que interpretaba a Hache— encarnó junto a María Valverde y Clara Lago en Tres metros sobre el cielo marcó a todos los seguidores de este triángulo amoroso. La cuarta, y hasta el momento última vez que este director contó con Mario Casas, fue en la película que hizo junto a la que sería su pareja dentro y fuera de las pantallas, Berta Vázquez. Con Palmeras en la nieve ambos lograron reconocimiento por parte del público.
En el cine español muchos son los directores que tienen a un actor o actriz en el que se inspiran a la hora de crear sus personajes. No sabemos si este hecho continuará repitiéndose y si nuevos rostros del panorama lograrán ocupar este ansiado hueco en la trayectoria de algunos directores. Lo que está claro y hemos podido comprobar es que, cuando existe una primera conexión fuerte, el vínculo que se crea entre los que la forman solo puede traer cosas buenas.
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